Águedas 2020
Malvasía toresano en homenaje a la mujer
Águedas 2020 es un fragante vino blanco dentro de la gama Modernas Tradiciones, de Bodegas Fariña. Bautizado en homenaje a la festividad de Santa Águeda, patrona de las mujeres, este blanco monovarietal de malvasía destaca por sus agradables aromas a flores, albaricoque, miel y almendras. Un vino fresco y untuoso, gracias a su crianza sobre lías, que marida con todo tipo de arroces, verduras asadas, marisco, pescados grasos, carnes y asados.
Información general
Águedas 2020 es el segundo de los vinos que Bodegas Fariña encuadra dentro de la serie Modernas Tradiciones. Este magnífico blanco, cuyo nombre honra la festividad de Santa Águeda, está elaborado a partir de uvas malvasía de gran calidad cultivadas en la parcela “El Pendón” (Zamora), ubicada a 780 metros de altitud sobre el nivel del mar, sobre suelos de textura arenosa con un alto porcentaje de caliza.
Bodegas Fariña tiene su origen en el año 1942 cuando Salvador Fariña, uno de los grandes promotores de la D.O. Toro y personaje emblemático de la región, decide emprender esta aventura vitivinícola. Su hijo Manuel dirige a día de hoy la bodega zamorana, elaboradora de excepcionales vinos gracias a una fórmula ganadora que aúna técnicas modernas con métodos tradicionales de la comarca. Un exponente de Toro con vinos que reflejan la personalidad de su terruño.
La elaboración de Águedas 2020 se inició con la vendimia manual de uvas malvasía seleccionadas. Se maceraron en frío (8-10 Cº) durante 12 horas en depósitos de acero inoxidable y posteriormente se realizó el prensado y la fermentación a baja temperatura durante 17 días. Una crianza de 8 meses sobre lías en barricas de roble francés de 300 litros con tostado bajo culminó el proceso de elaboración, y el vino terminó de perfilarse durante un mínimo 8 meses en botella, antes de su comercialización. El resultado es un blanco repleto de frescura y untuosidad que combina con arroces, verduras asadas, marisco, pescados grasos, carne roja y asados de cordero y cochinillo.
Notas de cata
El vino blanco Águedas luce un llamativo color amarillo dorado.
En nariz, despliega aromas propios de la malvasía como flores blancas, albaricoque o membrillo, junto a los derivados de la crianza (miel, almendra, piñón, clavo).
En boca presenta una acidez que aporta frescura, frente a las lías que lo dotan de untuosidad, redondez y volumen.
Compartir:
Características generales
Información general
Águedas 2020 es el segundo de los vinos que Bodegas Fariña encuadra dentro de la serie Modernas Tradiciones. Este magnífico blanco, cuyo nombre honra la festividad de Santa Águeda, está elaborado a partir de uvas malvasía de gran calidad cultivadas en la parcela “El Pendón” (Zamora), ubicada a 780 metros de altitud sobre el nivel del mar, sobre suelos de textura arenosa con un alto porcentaje de caliza.
Bodegas Fariña tiene su origen en el año 1942 cuando Salvador Fariña, uno de los grandes promotores de la D.O. Toro y personaje emblemático de la región, decide emprender esta aventura vitivinícola. Su hijo Manuel dirige a día de hoy la bodega zamorana, elaboradora de excepcionales vinos gracias a una fórmula ganadora que aúna técnicas modernas con métodos tradicionales de la comarca. Un exponente de Toro con vinos que reflejan la personalidad de su terruño.
La elaboración de Águedas 2020 se inició con la vendimia manual de uvas malvasía seleccionadas. Se maceraron en frío (8-10 Cº) durante 12 horas en depósitos de acero inoxidable y posteriormente se realizó el prensado y la fermentación a baja temperatura durante 17 días. Una crianza de 8 meses sobre lías en barricas de roble francés de 300 litros con tostado bajo culminó el proceso de elaboración, y el vino terminó de perfilarse durante un mínimo 8 meses en botella, antes de su comercialización. El resultado es un blanco repleto de frescura y untuosidad que combina con arroces, verduras asadas, marisco, pescados grasos, carne roja y asados de cordero y cochinillo.
Notas de cata
El vino blanco Águedas luce un llamativo color amarillo dorado.
En nariz, despliega aromas propios de la malvasía como flores blancas, albaricoque o membrillo, junto a los derivados de la crianza (miel, almendra, piñón, clavo).
En boca presenta una acidez que aporta frescura, frente a las lías que lo dotan de untuosidad, redondez y volumen.