Angelitos Negros 2018
Toro frutal y placentero
Información general
Los vinos de La Casa Maguila saben a bolero y Angelitos Negros 2018 es uno intenso, armonioso y de agradables sensaciones. Este tinto joven ofrece lo mejor de la fruta y de un medido paso por madera que le aportó empaque y complejidad.
Elaborado 100% con uvas de tinta de Toro de viñas de entre 20 y 40 años de edad, Angelitos Negros 2018 plasma el espíritu de la bodega familiar afincada en Venialbo (Zamora), que aúna viticultura ecológica y biodinámica, innovación, originalidad y tradición. El proceso de creación de este magnífico tinto incluyó la selección de los mejores frutos de su finca Las Tijeras, el encubado y fermentado a temperatura controlada del 30% de los granos enteros, su posterior prensado a baja presión y, tras la fermentación maloláctica en depósitos de cemento, una semicrianza final del vino obtenido durante 6 meses en barricas usadas de roble francés y americano.
La Casa Maguila es el proyecto personal de Jesús Peña, un director comercial reconvertido a viticultor y bodeguero, que en 2009 decidió poner en valor la tradición vinatera familiar y lanzarse a elaborar sus propios vinos. Escogió para ello el apodo familiar de Maguila, que en su día llevaron su padre, su abuelo y su bisabuelo, y con sus viejos viñedos y la sabiduría y experiencia de los reconocidos enólogos Pepe Hidalgo y Ana Martín, empezó a sacar a la luz creaciones que por su frescura, carácter frutal, y perfil moderno resultan irresistibles para el público, como los intemporales boleros a los que es aficionado. Angelitos Negros 2018 es una de sus últimas propuestas, un tinto perfecto para disfrutar con todo tipo de aperitivos, tapas y pinchos, pero también con carnes blancas y rojas y platos tradicionales como huevos fritos con jamón.
Notas de cata
A la vista luce un color rojo picota con llamativos destellos violáceos.
En nariz destacan agradables e intensos aromas frutales (fresas, mora, arándanos) junto con sutiles notas de flores azules, como la violeta, y un pronunciado fondo de madera bien integrado en el conjunto.
Gustativamente es fresco, goloso y largo, desprendiendo agradables sensaciones afrutadas en su final, largo y persistente.
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Características generales

Información general
Los vinos de La Casa Maguila saben a bolero y Angelitos Negros 2018 es uno intenso, armonioso y de agradables sensaciones. Este tinto joven ofrece lo mejor de la fruta y de un medido paso por madera que le aportó empaque y complejidad.
Elaborado 100% con uvas de tinta de Toro de viñas de entre 20 y 40 años de edad, Angelitos Negros 2018 plasma el espíritu de la bodega familiar afincada en Venialbo (Zamora), que aúna viticultura ecológica y biodinámica, innovación, originalidad y tradición. El proceso de creación de este magnífico tinto incluyó la selección de los mejores frutos de su finca Las Tijeras, el encubado y fermentado a temperatura controlada del 30% de los granos enteros, su posterior prensado a baja presión y, tras la fermentación maloláctica en depósitos de cemento, una semicrianza final del vino obtenido durante 6 meses en barricas usadas de roble francés y americano.
La Casa Maguila es el proyecto personal de Jesús Peña, un director comercial reconvertido a viticultor y bodeguero, que en 2009 decidió poner en valor la tradición vinatera familiar y lanzarse a elaborar sus propios vinos. Escogió para ello el apodo familiar de Maguila, que en su día llevaron su padre, su abuelo y su bisabuelo, y con sus viejos viñedos y la sabiduría y experiencia de los reconocidos enólogos Pepe Hidalgo y Ana Martín, empezó a sacar a la luz creaciones que por su frescura, carácter frutal, y perfil moderno resultan irresistibles para el público, como los intemporales boleros a los que es aficionado. Angelitos Negros 2018 es una de sus últimas propuestas, un tinto perfecto para disfrutar con todo tipo de aperitivos, tapas y pinchos, pero también con carnes blancas y rojas y platos tradicionales como huevos fritos con jamón.

Notas de cata
A la vista luce un color rojo picota con llamativos destellos violáceos.
En nariz destacan agradables e intensos aromas frutales (fresas, mora, arándanos) junto con sutiles notas de flores azules, como la violeta, y un pronunciado fondo de madera bien integrado en el conjunto.
Gustativamente es fresco, goloso y largo, desprendiendo agradables sensaciones afrutadas en su final, largo y persistente.