Arínzano Agricultura Biológica Merlot 2007
Merlot de pago con un guiño bordelés
La uva que participa en alguno de los tintos más deseados del planeta, es la gran exponente de Arínzano Agricultura Biológica Merlot 2007.
Información general
Desde los inicios de Vinos de Pago de Arínzano, el compromiso con el medio ambiente de la familia Chivite, convencidos de que es el propio entorno natural del pago el que favorece esa personalidad única de sus uvas, les ha ido dando la razón.
Vinos que nacen de un viñedo diseñado a conciencia para cada varietal de uva, seleccionando convenientemente dónde debían plantarse las variedades tempranillo, merlot, cabernet sauvignon y chardonnay. Así hasta completar las 128 hectáreas de viñedo que conviven en un valle escondido en las últimas estribaciones navarras de los Pirineos y que desde 2007 está reconocido como Vino de Pago.
Disfruten ahora de Arínzano Agricultura Biológica Merlot 2007, un vino con toda la esencia atlántica que brinda el Pago de Arínzano, del que sólo se produjeron 20.000 botellas. Vino que cuenta con la varita enológica de uno de los técnicos más deseados del mundo del vino, el galo Denis Dubourdieu.
Notas de cata
Bonito color rojo cereza picota muy madura con ribete granate, de capa media.
Nariz explosiva, con alta intensidad y muy fragante. En ella se combinan recuerdos de fruta negra en confitura -moras y arándanos negros-, florales (lilas y violetas) y suaves ecos de chocolate y de finas especias (vainilla). El final aromático apunta a notas suavemente tostadas.
En boca es sabroso, delicado y con unos taninos muy maduros, varietales y aterciopelados que le dotan de un paso nítidamente frutal. Perfecta fusión y buen equilibrio con las notas especiadas y tostadas que aportan las barricas de roble francés.
Larga y persistente vía retronasal, con presencia de fruta negra muy madura y recuerdos especiados.
Opinión de sus Creadores
"“Expresa todo el potencial de la uva merlot tratada exclusivamente con procesos naturales, sin alteraciones artificiales en la viña ni en bodega, y evitando la agricultura intensiva. Estamos ante un vino complejo, expresivo, elegante y armonioso y que refleja la esencia de la tierra, el clima y el hábitat que conforma el impresionante paraje del Señorío de Arínzano”."
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Características generales
Información general
Desde los inicios de Vinos de Pago de Arínzano, el compromiso con el medio ambiente de la familia Chivite, convencidos de que es el propio entorno natural del pago el que favorece esa personalidad única de sus uvas, les ha ido dando la razón.
Vinos que nacen de un viñedo diseñado a conciencia para cada varietal de uva, seleccionando convenientemente dónde debían plantarse las variedades tempranillo, merlot, cabernet sauvignon y chardonnay. Así hasta completar las 128 hectáreas de viñedo que conviven en un valle escondido en las últimas estribaciones navarras de los Pirineos y que desde 2007 está reconocido como Vino de Pago.
Disfruten ahora de Arínzano Agricultura Biológica Merlot 2007, un vino con toda la esencia atlántica que brinda el Pago de Arínzano, del que sólo se produjeron 20.000 botellas. Vino que cuenta con la varita enológica de uno de los técnicos más deseados del mundo del vino, el galo Denis Dubourdieu.
Notas de cata
Bonito color rojo cereza picota muy madura con ribete granate, de capa media.
Nariz explosiva, con alta intensidad y muy fragante. En ella se combinan recuerdos de fruta negra en confitura -moras y arándanos negros-, florales (lilas y violetas) y suaves ecos de chocolate y de finas especias (vainilla). El final aromático apunta a notas suavemente tostadas.
En boca es sabroso, delicado y con unos taninos muy maduros, varietales y aterciopelados que le dotan de un paso nítidamente frutal. Perfecta fusión y buen equilibrio con las notas especiadas y tostadas que aportan las barricas de roble francés.
Larga y persistente vía retronasal, con presencia de fruta negra muy madura y recuerdos especiados.
Opinión de sus Creadores
"“Expresa todo el potencial de la uva merlot tratada exclusivamente con procesos naturales, sin alteraciones artificiales en la viña ni en bodega, y evitando la agricultura intensiva. Estamos ante un vino complejo, expresivo, elegante y armonioso y que refleja la esencia de la tierra, el clima y el hábitat que conforma el impresionante paraje del Señorío de Arínzano”."