
Características generales

Información general
La Casa de las Cuatro Rayas representa el reto personal de José María Entrecanales, empeñado en cumplir el sueño de su vida y crear vinos de altura en la finca La Verdosa. Una propiedad de 800 hectáreas de bosque mediterráneo ubicada en la provincia de Toledo, dentro de la D.O. Méntrida, zona de producción histórica donde se cultiva mayoritariamente la variedad Garnacha. Pero los ambiciosos planes de Entrecanales poco tenían que ver con seguir los cánones tradicionales de la región. Buscó al mejor asesor vitícola del planeta, el gurú australiano Richard Smart, para estudiar un proyecto que aspiraba a contar con un viñedo basado en las más innovadoras técnicas, a la vez que estuviera perfectamente integrado en el hábitat de la dehesa. Así, Richard Smart se desplazó hasta la Finca La Verdosa para establecer un completo estudio, escogiendo una parcela de 26 hectáreas de un extremo de la finca, por contar con el clima más apropiado y suelos poco comunes en la comarca. Aquí se plantaron exclusivamente variedades foráneas, cultivadas en espaldera con poda en Smart-Dyson, con riego por goteo y estaciones de radiofrecuencia para regular las necesidades de las plantas. Era el año 1999, y paralelamente se iniciaba la reconversión de la histórica Casa de las Cuatro Rayas, también ubicada en la finca, equipándola con los medios más costosos para la elaboración de vinos de alta calidad, como barricas de roble francés de algunas de las mejores tonelerías, en las que los vinos realizan la fermentación maloláctica y la crianza. Además, para la dirección técnica Entrecanales solicitó la colaboración del enólogo internacionalmente reconocido Miguel Ángel de Gregorio (propietario de la riojana Finca Allende).
Notas de cata
Atractivo color rojo cereza picota madura con ribete granate, vivo y brillante.
En nariz muestra, con alta intensidad aromática, nítidos recuerdos de frutos negros (arándanos y moras) seguidos de matices de chocolate y cacao y un agradable final con notas de guindas en licor y un suave fondo de café tostado.
En boca es sabroso, carnoso y con una buena estructura que le permitirá una buena evolución en botella. Las sensaciones táctiles en el paso se manifiestan con volumen y expresión, todavía con ligerísimas aristas por pulir. Larga persistencia final en la que destacan notas de fruta madura y delicados ecos especiados.