Para conmemorar su 40 aniversario, la D.O. Ribera del Duero celebró el sábado 6 de agosto el “Festival Ribera del Duero: cultura en la calle” en San Esteban de Gormaz (Soria). Durante toda la jornada, se sucedieron en esta localidad espectáculos de humor, circenses, teatrales, magia y música; por supuestos, bodegas y vinos también fueron protagonistas.

A las 12,00 h se celebró un acto de inauguración, con un brindis de autoridades y representantes de Ribera del Duero, y la proyección de vídeos conmemorativos. A partir de ese momento se sucedieron espectáculos de formaciones llegadas de diferentes puntos del país: Cia Kicircle con El Comediante, Cal, Canto con El Jardín del Vient, Cia Julian, Pendorcho, The Freak Cabaret Circus, Gurus & Malabares de Fuego, Pixie and Dixie Band, y El Carromato y sus bailarines gigantes.

El presidente de la D.O. Ribera del Duero, Enrique Pascual, señaló que este festival respondía al deseo de celebrar el aniversario “con todos los que han hecho posible que hoy seamos un referente internacional. No solo de buen vino, también de enoturismo y cultura. Hay algo que es imposible de imitar: nuestra tierra, nuestro viñedo, la personalidad de nuestra gente, nuestro patrimonio, nuestra forma de vivir. Eso es el Espíritu Ribera”.

Catas, bodegas y el Espíritu Ribera

En la Plaza Mayor de San Esteban de Gormaz, los asistentes disfrutaron de los vinos servidos por las bodegas elaboradoras. Las bodegas Martín Berdugo, Hispanobodegas, Antídoto y Pascual abrieron sus puestos para presentar al público sus elaboraciones a precios muy interesantes.

El Consejo Regulador dispuso una caseta de venta de copas conmemorativas para acudir a los puestos de las bodegas a degustar las diferentes opciones. Además, se celebraron dos catas ‘premium' bajo suscripción, con las temáticas ‘la influencia del terruño en Ribera del Duero' y ‘el Espíritu Ribera y Soria'.

D.O. Ribera del Duero: 40 años de grandes vinos

El 21 de julio de 1982, en la estación de Metro de El Retiro de Madrid, se firmó el primer reglamento de Ribera del Duero. Nacía así una Denominación de Origen que agrupaba entonces a una decena de bodegas y un centenar de viticultores. El compromiso de viticultores y cooperativistas, junto con el apoyo de las instituciones, dieron impulso a un sueño que hoy es una realidad consolidada. Una región productora de grandes vinos aclamados en todo el ámbito internacional.

Ribera del Duero ha sido desde su nacimiento pionera y emprendedora, y sigue siendo hoy una de las regiones más creativas y diversas del mundo. Las bodegas impulsaron ya en la década de los 90 los revolucionarios vinos jóvenes roble, una opción aplaudida por el consumidor. Por otro lado, los profesionales de Ribera del Duero son expertos en el arte del envejecimiento. Han experimentando con los tiempos de crianza y creado vinos fuera de las categorías tradicionales (Crianza, Reserva y Gran Reserva).

El catálogo de tintos, blancos y rosados de la denominación ofrece la oportunidad de disfrutar de todo tipo de vinos, de estilo clásico y otros más innovadores. Todos ellos expresan el carácter de un terruño único, y el carácter de las variedades principales: tinta del país (tempranillo) y la albillo mayor.

Pionera y comprometida

Ribera del Duero también es pionera en su apuesta por la cultura y acercar a los más jóvenes el mundo del vino. Se convirtió en la primera D.O. patrocinadora de un festival de música (Sonorama Ribera). También fue la primera en introducir barras específicas de vinos de bodegas en eventos multitudinarios. Ribera del Duero ha creado además un certamen literario de referencia, el más prestigioso del mundo de relatos en español. Y el Premio Internacional Ribera del Duero, en su séptima edición, se ha convertido en trampolín para literatos de todo el mundo.

Una D.O. comprometida con la historia, con la sociedad y con el futuro. Está presente en festivales cinematográficos como Seminci, el Internacional de Cine Fantástico de Sitges, o los Premios Feroz. Y apuesta por la conservación del patrimonio y la investigación, apoyando a Fundación Atapuerca y a la Universidad de Valladolid y el Yacimiento Arqueológico de Pintia.

El Consejo Regulador se implica también en todo lo relacionado con la protección y cuidado del medio ambiente. Y sus bodegas se presentan como modelo de sostenibilidad, con una viticultura responsable que minimiza el impacto ambiental.

La Ribera del Duero es ejemplo de viticultura, enología y producción sostenible. En palabras del Master of Wine Tim Atkin, “Ribera del Duero es uno de los casos de éxito más destacados del mundo del vino. No todo es perfecto, pero debemos admitir que en sólo cuatro décadas ha logrado cosas impresionantes. Y lo mejor está por venir”.