Sonsierra Reserva 2015 con paletilla de lechazo entreasada
1962, San Vicente de la Sonsierra. Empezar como cooperativa y seguir siéndolo seis décadas después. Bodegas Sonsierra surge de la unión de viticultores locales, que en sus primeros pasan sumaban ya 430 hectáreas de viñedo. Hoy, Bodegas Sonsierra se ha colocado entre las grandes de Rioja. La razón, el viñedo, su gran tesoro. Elabora vinos únicamente a partir de su propio viñedo, el 100% en el mismo pueblo: San Vicente de la Sonsierra.
Sin duda, este municipio riojano se ha convertido en una de las zonas más deseadas del viñedo nacional. La llegada de importantes inversiones, algunas de ellas internacionales y de gran calibre -como Bodegas Benjamin Rothschild & Vega Sicilia-, ha encarecido el precio de la compraventa de sus viñedos. Por eso, es todo un privilegio contar aquí con un patrimonio vitícola de 570 hectáreas. De hecho, Bodegas Sonsierra es una de las firmas con más viñedo de calidad de toda la D.O.Ca. Rioja.
Sonsierra Reserva es el buque insignia de la bodega. Un tinto que en esta añada 2015 (Muy Buena) expresa toda la personalidad, elegancia y complejidad de la uva tempranillo en este privilegiado enclave.
El maridaje perfecto
Sonsierra Reserva 2015 es ideal para acompañar con chuletillas de cordero al sarmiento, platos gelatinosos como manitas de cerdo rebozadas y, especialmente, con una paletilla de lechazo, como la de esta receta del Restaurante Villoldo Madrid que nos facilitan nuestros compañeros de la revista Sobremesa.
Paletilla de lechazo entreasada
Entreasar es un modo de cocción habitual en Tierra de Campos, donde los hornos de leña grandes son escasos. La paletilla de lechazo churro sin el jarrete se entreasa y el resultado es una carne muy jugosa, sabrosa, y con poca grasa.
Ingredientes
- 1 paletilla de lechazo churro sin el jarrete
- Ajo
- Perejil
- Pimienta
- Agua
- Aceite de oliva
Elaboración
- Se calienta aceite de oliva en una cazuela grande y plana. Se colocan las paletillas ya sazonadas no demasiado juntas y nunca una encima de otra, dorándose por un parte las paletillas a fuego fuerte. Se dan la vuelta y se doran por la otra parte. Cuando están doradas, se añade una majada de aceite, ajo, perejil fresco y agua, se tapa la cazuela y se deja que se asen. Es muy importante mantener un fuego medio muy constante, para que el jugo del lechazo liguen una buena salsa con el resto de los ingredientes y no se aceite.
Presentación
Cuando se presenta, se le retira el hueso para que sea más fácil de comer