Características generales
Información general
Desde 1933, la bodega Baron Philippe de Rothschild, localizada en Pauillac, en la región de Médoc, ha perseguido un sueño. Su máxima aspiración ha sido elaborar el vino más elegante del mundo. Una de las claves del éxito indiscutible de la bodega es su maestría en el arte del coupage, a partir de cepas nobles de Burdeos, alcanzando un equilibrio óptimo en aromas, capaz de satisfacer los paladares más exigentes del mundo. Una selección rigurosa de las mejores parcelas les permite elaborar vinos dóciles y frutosos cuya fineza y elegancia son las características inconfundibles de los vinos de Baron Philippe de Rothschild. Combinando el saber hacer tradicional con la más avanzada tecnología, la bodega Baron Philippe de Rothschild produce vinos de marca adaptados a las expectativas de los diferentes mercados, así como elaborar los frutos de las viejas cepas en obras de arte y fuentes de placer. Château Mouton-Rothschild se convirtió en un referente internacional de calidad, saltando rápidamente las fronteras patrias y convirtiéndose en uno de los vinos franceses más apreciados y codiciados. Además, la bodega inició su expansión internacional con nuevas marcas y elaborando en otros países, como California (con Opus One) y Chile (donde elabora Almaviva). Al frente de la bodega sigue estando el Barón Philippe de Rothschild, quien interviene directamente en la toma de decisiones y dirección empresarial que adopta la firma francesa.Notas de cata
Muestra a la vista un bonito color rojo cereza con ribete granate.
En nariz, despliega aromas finos y complejos de buena intensidad: rasgos vegetales, minerales y animales sobre un fondo tostado, que forman un conjunto que le otorga soberbia personalidad e indudable distinción. Hay también flores secas, retamas, rasgos de monte bajo, todo armonizado en una gama que muestra que está atravesando su etapa más silenciosa y que necesita del lento paso del tiempo para ir abriéndose.
En boca resulta seco, sustancioso, elegante, muy concentrado, pleno y expresivo, con taninos de calidad, pero que aún necesitan madurar, del mismo modo que necesitará de ese paso del tiempo para ordenar la confusión de rasgos que todavía se ofrecen y que expresan en todo caso nobleza. Es un gran vino para guardar y eso se le nota incluso en el final, que se presenta opaco, pero infinitamente prometedor.