Convento San Francisco Aldeasoña 2018
Convento San Francisco Aldeasoña 2018 es un vino tinto que la bodega ribereña Convento San Francisco elabora con las mejores uvas tempranillo de dos viejas viñas, casi centenarias, en Quintana de Pidio. Una excelsa materia prima cuidada meticulosamente por la firma vallisoletana en un gran trabajo de viticultura y con la mínima intervención en bodega. Versátil y gastronómico, este tinto de producción limitada ofrece una magnífica complejidad aromática, gracias a su crianza de más de 3 años en barricas de roble francés.
Opinión de sus Creadores
"
Convento San Francisco Aldeasoña presenta un color rojo picota de capa media, revelando su juventud y vitalidad. En nariz, se perciben intensos aromas de fruta negra, como ciruelas y moras, que se entrelazan con notas herbáceas de monte y sutiles toques florales de violetas. Además, se distinguen matices lácticos, que aportan una sensación de cremosidad, junto con especias y notas anisadas, que agregan complejidad y profundidad al conjunto aromático. También se aprecian ligeros tostados provenientes de su crianza en madera. En boca, este vino muestra una entrada suave y sedosa, con taninos finos y frescos que contribuyen a una agradable sensación en el paladar. Destaca un gusto persistente de toffees y cafés, que añade una dimensión dulce y terrosa al perfil de sabor. Asimismo, se perciben matices balsámicos que aportan frescura y equilibrio. El postgusto es muy agradable, prolongado y deja una sensación de frescor en la boca, manteniendo una excelente acidez que invita a seguir degustando.
"Compartir:

Características generales

Opinión de sus Creadores
"
Convento San Francisco Aldeasoña presenta un color rojo picota de capa media, revelando su juventud y vitalidad. En nariz, se perciben intensos aromas de fruta negra, como ciruelas y moras, que se entrelazan con notas herbáceas de monte y sutiles toques florales de violetas. Además, se distinguen matices lácticos, que aportan una sensación de cremosidad, junto con especias y notas anisadas, que agregan complejidad y profundidad al conjunto aromático. También se aprecian ligeros tostados provenientes de su crianza en madera. En boca, este vino muestra una entrada suave y sedosa, con taninos finos y frescos que contribuyen a una agradable sensación en el paladar. Destaca un gusto persistente de toffees y cafés, que añade una dimensión dulce y terrosa al perfil de sabor. Asimismo, se perciben matices balsámicos que aportan frescura y equilibrio. El postgusto es muy agradable, prolongado y deja una sensación de frescor en la boca, manteniendo una excelente acidez que invita a seguir degustando.
"