Cream PX Marqués de Poley
Un cream sorprendente 100% Pedro Ximenez
Información general
Sorprendente por su toque cítrico, que le aporta cierta frescura, Cream PX Marqués de Poley es otra de las exquisitas elaboraciones de Bodegas Toro Albalá, firma emblemática de la D.O. Montilla-Moriles. Se trata de un generoso dulce elaborado con la mezcla de un oloroso envejecido en botas de roble americano durante 10 años con el tradicional sistema de soleras y criaderas y un PX de cosecha parcialmente fermentado.El resultado es una pequeña joya enológica, de paladar dulce y cremoso, de ahí su nombre, que se embotella cada año y que resulta perfecta para degustar sola como aperitivo o acompañando a postres como la tarta de rubarba o de frutas roja del bosque, e incluso quesos medio curados como el neerlandés gouda o el francés reblochon.
Bodegas Toro Albalá es una casa centenaria asentada en el término cordobés de Aguilar de la Frontera. El dominio magistral de la Pedro Ximénez, uva reina de la región, y del arte de la crianza tal como marca la tradición son las señas de identidad de una firma que presume de su carácter artesanal. Una filosofía que le ha llevado a la cima vinícola mundial con grandes elaboraciones como su inolvidable Don PX Convento Selección 1946 puntuado con 100 puntos Parker, la máxima valoración que se puede otorgar a una vino.
Notas de cata
A la vista presenta un bonito color caoba, con brillantes destellos yodados y ambarinos. De lágrima densa y uniforme.En nariz destacan las notas a frutos secos tostados con un toque de pasas y miel. Ecos a naranja confitada y amarga.
Muy untuoso gustativamente. La entrada es aterciopelada e impregna toda la boca. Ligerísima sensación de salinidad y amargor que se ve rápidamente cubierta por el dulzor del PX. Cierran los aromas de manteca de cacahuete, flan caramelizado, avellanas y piel de naranja confitada.
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Características generales

Información general
Sorprendente por su toque cítrico, que le aporta cierta frescura, Cream PX Marqués de Poley es otra de las exquisitas elaboraciones de Bodegas Toro Albalá, firma emblemática de la D.O. Montilla-Moriles. Se trata de un generoso dulce elaborado con la mezcla de un oloroso envejecido en botas de roble americano durante 10 años con el tradicional sistema de soleras y criaderas y un PX de cosecha parcialmente fermentado.El resultado es una pequeña joya enológica, de paladar dulce y cremoso, de ahí su nombre, que se embotella cada año y que resulta perfecta para degustar sola como aperitivo o acompañando a postres como la tarta de rubarba o de frutas roja del bosque, e incluso quesos medio curados como el neerlandés gouda o el francés reblochon.
Bodegas Toro Albalá es una casa centenaria asentada en el término cordobés de Aguilar de la Frontera. El dominio magistral de la Pedro Ximénez, uva reina de la región, y del arte de la crianza tal como marca la tradición son las señas de identidad de una firma que presume de su carácter artesanal. Una filosofía que le ha llevado a la cima vinícola mundial con grandes elaboraciones como su inolvidable Don PX Convento Selección 1946 puntuado con 100 puntos Parker, la máxima valoración que se puede otorgar a una vino.

Notas de cata
A la vista presenta un bonito color caoba, con brillantes destellos yodados y ambarinos. De lágrima densa y uniforme.En nariz destacan las notas a frutos secos tostados con un toque de pasas y miel. Ecos a naranja confitada y amarga.
Muy untuoso gustativamente. La entrada es aterciopelada e impregna toda la boca. Ligerísima sensación de salinidad y amargor que se ve rápidamente cubierta por el dulzor del PX. Cierran los aromas de manteca de cacahuete, flan caramelizado, avellanas y piel de naranja confitada.