
Características generales

Información general
A finales de los noventa la eclosión de bodegas en esta región fue espectacular, pero es ahora cuando se notan los resultados. Fruto de este impulso renovador y de calidad nace Bodegas Cyan, autora de Cyan Roble 2012. Un tinto elaborado con uvas seleccionadas de tinta de Toro (reina de la D.O. Toro) procedentes de viñedos de entre 30 y 60 años, de agricultura ecológica, y con una crianza de 10 meses en barricas de roble francés y americano.
El empresario Carlos Moro funda Matarromera (D.O. Ribera del Duero) en 1988, una bodega que marca la diferencia en el vino español y consigue un éxito fulminante. Tras esta bodega, comienza la formación y expansión del Grupo Matarromera, hoy uno de los más importantes emporios vitivinícolas del país, con firmas situadas en diferentes regiones regadas por el río Duero.
Bodegas Cyan forma parte del Grupo Matarromera desde 1999. Bodegas Cyan (D.O. Toro) apuesta por sacar el máximo partido a algunos de los mejores viñedos de la autóctona tinta de Toro. Dispone de 53 hectáreas de viña cultivadas a lo largo del eje del valle de Valdefinjas, en una de las zonas más deseadas de la D.O. Toro, y destaca por su alto porcentaje de viñas viejas, las más valiosas.
Siguiendo el estilo de los prestigiosos tintos Matarromera, Cyan inicia una renovación en 2010. Nuevos aires para conseguir vinos más armónicos y equilibrados, con menor presencia de la madera y mayores dosis de elegancia. Un ‘toro’ distinto, basado en un exhaustivo cuidado de la viña, una enología de precisión y la crianza en las mejores barricas. Este Cyan Roble 2012 es ideal para acompañar carnes rojas a la parrilla como un buen solomillo de añojo o un lomo bajo de buey.

Notas de cata
Preciso color rojo cereza picota madura con ribete granate intenso, capa alta.
En la fase aromática aparece complejo y muy fragante. Destacan en primer plano notas de frutas rojas y negras; despliega también notas especiadas (vainilla y canela), de café tostado, recuerdos de maderas nobles (cedro) y de pastelería.
En boca es sabroso, equilibrado y bien estructurado; con un tanino de excelente calidad, potente, goloso y muy frutal, que se integra a la perfección pero con expresión y amplitud en el paso de boca. Destaca en mitad de boca la gran presencia de fruta madura. Larga persistencia con notas de torrefacción y especias (vainilla).