- González Byass presenta Nomad Outland Whisky, su destilado más especial, un premium blended diseñado a partir de 30 variedades de whisky de malta y de grano de la región de las Highlands escocesas de Speyside. Tras su envejecimiento de entre 5 y 8 años, 3 de ellos en botas de oloroso, el whisky obtenido viaja a la bodega jerezana del potente grupo español donde es afinado un mínimo de 12 meses en botas recién envinadas con Pedro Ximénez.
En la elaboración de este espirituoso que rompe esquemas participan el master destiller, Luis Miguel Trillo, y el enólogo de González Byass Jerez, Antonio Flores, en colaboración con el master blender, Richard Paterson. La perfecta fusión del carácter y de la pureza de las tierras altas de Escocia con la cálida alma de Jerez dan como resultado un whisky único premiado con la Medalla de Plata en el concurso Spirits International Competition 2014.
Nomad Outland Whisky
Nomad Outland Whisky es uno de los whiskis más innovadores del mercado. Su elaboración y envejecimiento en Escocia y, posterior, afinamiento en Jerez le dotan de un carácter único que hacen de él una auténtica rareza.
REF. AGR-DG0198
Zona de origen: Escocia
Presentación: 70 cl
Productor: González Byass
Descripción
Notas de cata
De color topacio con reflejos brillantes.
Nariz muy personal de aromas a malta, madera y sherry.
Gustativamente resulta elegante y muy suave. Dominan en boca las sensaciones de pasas y miel aportadas por su afinado en botas jerezanas en su día llenadas con Pedro Ximénez, junto a otras avainilladas y de frutos secos. De final largo y placentero y retrogusto profundo y elegante.
Nariz muy personal de aromas a malta, madera y sherry.
Gustativamente resulta elegante y muy suave. Dominan en boca las sensaciones de pasas y miel aportadas por su afinado en botas jerezanas en su día llenadas con Pedro Ximénez, junto a otras avainilladas y de frutos secos. De final largo y placentero y retrogusto profundo y elegante.
Notas de cata
De color topacio con reflejos brillantes.Nariz muy personal de aromas a malta, madera y sherry.
Gustativamente resulta elegante y muy suave. Dominan en boca las sensaciones de pasas y miel aportadas por su afinado en botas jerezanas en su día llenadas con Pedro Ximénez, junto a otras avainilladas y de frutos secos. De final largo y placentero y retrogusto profundo y elegante.
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