ENERO 2011
La montaña de Teruel
Del Maestrazgo al Matarraña
Un recorrido por las queserías artesanales de la provincia aragonesa. Tierra de ovejas y de cabras que esconde uno de los quesos históricos más antiguos de España: El tronchón.
REF. 211013
Características generales
- Descripción: Sierras y valles. Páramos y gargantas. Pinos y encinas. Tierras altas y áridas frente a vegas frondosas. Y todo ello en un clima extremo. Es el Alto Maestrazgo turolense y el valle del Matarraña, tierra de grandes y variados quesos de producción artesanal que sorprenden por su complejidad.
El Alto Maestrazgo esconde una sucesión de páramos y mesetas que se enclavan por encima de los 1.200 metros de altitud. En Tronchón, cuna de uno de los quesos más originales por su forma y cuya calidad fue cantada por Cervantes en boca de Sancho Panza, se enclava Queseros Artesanos de Tronchón, una minúscula empresa que surge del proyecto formado por Carlos Grau y su mujer Pilar Dalmau, a la que ahora se ha añadido su hijo y maestro quesero. Sólo elaboran el auténtico queso de tronchón, con leche cruda, en dos tipos cabra y oveja,todos con una larga o muy larga curación. Hemos seleccionado el clásico tronchón curado de oveja, con más de cinco meses de curación.
En Aguilar del Alfambra se constituye en 2002 un proyecto para el mantenimiento económico de este pueblecito: Aguilar Nueva Visión. Una cooperativa que aportó ideas y capital para crear una granja de ovejas lecheras y una quesería que diera trabajo a los lugareños. Hoy en día producen varios tipos de quesos de oveja, elaborados también con leche cruda y entera, entre los que destacamos el curado con cinco meses de curación bajo su marca Hontanar.
En la cercana Mezquita de Jarque también se creó una propuesta similar pero con un origen diferente. Esta fue una apuesta de un grupo de inversores enraizados en la zona, que también montaron su granja de ovejas lecheras y una quesería artesanal donde se elabora un amplio catálogo de quesos de gran calidad y reconocimiento.
De aquí hemos destacado el queso curado de oveja La Val, cortado a dados, macerado y conservado en aceite de oliva trufado. El aceite de oliva trufado puede utilizarse después para aliñar platos de pasta fresca, arroz sencillo o cuscús.
Para conocer el Matarraña sólo hace falta ver dónde tiene la granja y dónde pastorean las cabras de Alfredo Andreu, en el recóndito barranco de LEscresola que da nombre a sus quesos. Desde 1985, Andreu decidió quedarse en su pueblo para cuidar cabras y elaborar quesos con la leche de su rebaño que vende directamente en los bajos de su casa. Aquí hemos seleccionado unas diminutas bolitas de crema ácida de cabra maceradas en aceite de oliva de la zona y con romero, el cual aporta un aroma inconfundible. Se puede usar el aceite de la maceración para aliñar todo tipo de ensaladas y verduras, con su toque cítrico y su aroma a hierbas de monte.
En La Fresneda, José Ramón Mata es otro joven cabrero. A principios de los noventa, decidió montar su primera granja de cabras lecheras. Pero el bajo precio de la leche y la discontinuidad de la recogida le animó a montar su quesería artesanal, donde produce una variada gama de quesos de cabra, tanto de leche cruda como pasteurizada, de una gran calidad y premiados en diferentes concursos. De aquí hemos elegido el más famoso de sus quesos, Cabriola. Un queso tierno, con apenas tres semanas de curación. Un queso diminuto que pesa 100 gramos por pieza y que se presenta con dos unidades envueltas en un solo envoltorio.