Marrons Glacés
Posada Marrons Glacé lleva 50 años transformando la castaña en una delicia digna de las mejores mesas. De los montes de Ourense extrae este fruto que potencia y redondea con una depuradísima técnica de glaseado a la vainilla.
REF. MG600
Zona de origen: Ourense
Presentación: Caja 10-11 unidades
Productor: Xosé Posadas
Descripción
- Posada Marrons Glacé lleva 50 años transformando la castaña en una delicia digna de las mejores mesas. De los montes de Ourense extrae este fruto que potencia y redondea con una depuradísima técnica de glaseado a la vainilla.
1 caja (10-11 unidades)
11,30 €
Información general
Cuando en 1955 José Posada Torres inició la exportación de castañas a Brasil, sentó las bases de una fructífera industria que años después se dedicaría a elaborar y comercializar productos gastronómicos como las castañas, los grelos, los mirabeles y los almendrados, procedentes de Galicia. Desde entonces, y hasta nuestros días, la empresa ha conquistado medio mundo, exportando sus productos desde Galicia a todo el mundo, siendo Japón uno de sus principales clientes.
Los Marrons Glacés son uno de sus más delicados productos, elaborados a partir de castañas gallegas de calidad certificada, tras un laborioso proceso de transformación artesanal. Un proceso largo y laborioso que culmina con un glaseado a la vainilla natural y cuyo resultado es un equilibrio perfecto entre dulzura, suavidad y delicadeza.
Información general
Cuando en 1955 José Posada Torres inició la exportación de castañas a Brasil, sentó las bases de una fructífera industria que años después se dedicaría a elaborar y comercializar productos gastronómicos como las castañas, los grelos, los mirabeles y los almendrados, procedentes de Galicia. Desde entonces, y hasta nuestros días, la empresa ha conquistado medio mundo, exportando sus productos desde Galicia a todo el mundo, siendo Japón uno de sus principales clientes.
Los Marrons Glacés son uno de sus más delicados productos, elaborados a partir de castañas gallegas de calidad certificada, tras un laborioso proceso de transformación artesanal. Un proceso largo y laborioso que culmina con un glaseado a la vainilla natural y cuyo resultado es un equilibrio perfecto entre dulzura, suavidad y delicadeza.