Pago de Carraovejas 2016
Nueva etapa de un vino icónico
Con la añada anterior (2015), la prestigiosa bodega de Peñafiel inauguró una nueva etapa. Pago de Carraovejas 2016 se presenta como el único vino de la bodega, enarbolando el concepto de vino de terruño y abandonando la clasificación clásica de los vinos con crianza. Elegancia y volumen.
Información general
Los vinos de Pago de Carraovejas llevan más de veinte años convertidos en objetos de deseo de la Ribera del Duero. Pago de Carraovejas 2016 es un vino de guarda imprescindible en la enoteca de todo buen aficionado a los grandes riberas. Un vino libre, con contraetiqueta genérica, que enarbola el concepto de terruño. Elaborado a partir de una minuciosa selección de tempranillo (90%), cabernet sauvignon (6%) y merlot (4%) y madurado 12 meses en barricas de roble francés y americano. Es el resultado de un proceso mimado al detalle. Clarificado con clara de huevo.
Pago de Carraovejas es un icono en Ribera del Duero. Su gran logro es que todo el mundo quiere probar sus vinos: gustan al gran público al tiempo que ocupan un lugar entre los ‘vinos de culto’. Esta bodega es la materialización del sueño de José María Ruiz. Formado como sumiller, en 1982 abrió su propio restaurante en Segovia -Restaurante José María-. Al poco tiempo concibió la idea de elaborar un vino en Ribera del Duero para acompañar su plato estrella y, con el apoyo de un grupo de segovianos amantes del vino, puso en marcha el proyecto Pago de Carraovejas en 1987, eligiendo como ubicación las laderas de Carraovejas en Peñafiel, paraje tradicionalmente conocido por la buena maduración de los frutos.
Así, en una finca sita en el corazón de la D.O. Ribera del Duero, arrancó un proyecto que en 1991 alumbró su primera añada, elaborada con 5 hectáreas de viñedo iniciales. Pago de Carraovejas marcó un hito en la denominación, ya que fue pionera en incorporar un 25% de cabernet sauvignon en sus vinos cuando la corriente imperante daba absoluto protagonismo a la uva tinto fino (tempranillo); además, fue precursora en el uso de roble francés para la crianza.

Características generales

Información general
Los vinos de Pago de Carraovejas llevan más de veinte años convertidos en objetos de deseo de la Ribera del Duero. Pago de Carraovejas 2016 es un vino de guarda imprescindible en la enoteca de todo buen aficionado a los grandes riberas. Un vino libre, con contraetiqueta genérica, que enarbola el concepto de terruño. Elaborado a partir de una minuciosa selección de tempranillo (90%), cabernet sauvignon (6%) y merlot (4%) y madurado 12 meses en barricas de roble francés y americano. Es el resultado de un proceso mimado al detalle. Clarificado con clara de huevo.
Pago de Carraovejas es un icono en Ribera del Duero. Su gran logro es que todo el mundo quiere probar sus vinos: gustan al gran público al tiempo que ocupan un lugar entre los ‘vinos de culto’. Esta bodega es la materialización del sueño de José María Ruiz. Formado como sumiller, en 1982 abrió su propio restaurante en Segovia -Restaurante José María-. Al poco tiempo concibió la idea de elaborar un vino en Ribera del Duero para acompañar su plato estrella y, con el apoyo de un grupo de segovianos amantes del vino, puso en marcha el proyecto Pago de Carraovejas en 1987, eligiendo como ubicación las laderas de Carraovejas en Peñafiel, paraje tradicionalmente conocido por la buena maduración de los frutos.
Así, en una finca sita en el corazón de la D.O. Ribera del Duero, arrancó un proyecto que en 1991 alumbró su primera añada, elaborada con 5 hectáreas de viñedo iniciales. Pago de Carraovejas marcó un hito en la denominación, ya que fue pionera en incorporar un 25% de cabernet sauvignon en sus vinos cuando la corriente imperante daba absoluto protagonismo a la uva tinto fino (tempranillo); además, fue precursora en el uso de roble francés para la crianza.