Descripción: Les ofrecemos una exquisita selección de productos elaborados en losParques Naturales costeros andaluces.
Desde las costas atlánticas y mediterráneas, pasando por las sierras interiores o la imponente frontera natural con la meseta de Sierra Morena, gran parte del territorio andaluz está considerado como Parque Natural o de categoría superior. A partir de 2004, la Junta de Andalucía desarrolló una reglamentación para apoyar, proteger y dinamizar a aquellos productores que trabajaban en los alrededores y vinculados a estos 21 Parques Naturales, a través de una marca específica de calidad.
Esta propuesta arranca en la costa atlántica, de donde proviene la amplia gama de conservas de pescado que la empresa Salpesca elabora en Barbate con la marca La Chanca.
De aquí hemos seleccionado la ventresca de atún en aceite de oliva y el atún mechado (preparado según receta antigua con un ligero escabeche de vino blanco), la melva canutera (un maravilloso, poco conocido y apreciado túnido de la costa andaluza, pescado con arte tradicional), la caballa del Sur (otro túnido despreciado pero que, sin embargo, da unas muy buenas conservas de pescado), lassardinillas (no tan pequeñas como las xouvas gallegas, pero igualmente sabrosas) y los mejillones que se obtienen de las bateas de la Línea de la Concepción.
Cerca de la costa gaditana, pero en su interior, se encuentra la imponente atalaya de Medina Sidonia, donde se haya, posiblemente, una de las mejores pastelerías andaluzas, de gran tradición y predicamento: Sobrina de las Trejas. Los hermanos Pepa y Fermín Mesa son artesanos pasteleros que han sabido aunar la tradición morisca y árabe con la cristiana. Un buen ejemplo serían las tortas pardas, una masa brisa de almendras con manteca de cerdo rellenas de cabello de ángel.
En las estribaciones del Parque Natural de los Alcornocales se enclava Alcalá de los Gazules, donde se erige la quesería El Gazul, de Jorge Puerto, que trabajaba con un rebaño de cabras de ordeño. Hoy en día, esta pequeña quesería artesanal compra a los ganaderos del parque la leche de cabra y elabora quesos de gran calidad, como el queso curado en aceite de oliva que les presentamos.
Al otro lado de este gran macizo que separa la costa atlántica de la mediterránea, se extiende parte del Parque Natural de Grazalema y de los Alcornocales. De aquí proviene la familia Rodríguez, que montó un obrador y un almacén de curación de chacinas y jamones de cerdo ibérico puro y de bellota. En este área de la Estación de Cortes de la Frontera, una de las zonas de montanera más grandes y salvajes de España, y bajo la marca Ibéricos Aro les presentamos un salchichón y un chorizo puro de bellota, en tripa cular; y la tradicional fritura blanca de magro ibérico, para templar en sartén.
El recorrido continúa con vegetales procedentes de Montejaque, otro pueblo blanco perteneciente al Parque Natural de Grazalema. En la cooperativa de mujeres Al-Jaque, fundada hace 16 años, se dedican a poner en conserva y en valor las frutas y verduras de la zona, en una línea ecológica (Eco-Melar) o tradicional (Elmelar). De aquí provienen el tomate frito con aceite de oliva virgen extra, lospimientos asados en su jugo y la mermelada de naranja amarga.
Por último, la Unión Salinera Española tiene salinas en ambas costas andaluzas. En las marismas de la Bahía de Cádiz elabora sales a granel, pero en las salinas del Cabo de Gata, en pleno Parque Natural y, posiblemente en una de las zonas más limpias y vírgenes de las costas mediterráneas, elaboran la Flor de Sal, que no es más que la primera precipitación de la sal cuando el agua de mar se satura por evaporación natural.