Características generales
Información general
En 1972 aparece una bodega que cambiaría la historia de una zona de producción que hoy rivaliza en prestigio con Rioja. Tinto Pesquera apareció en un momento en que la producción de la zona se limitaba a claretes alcohólicos (con la excepción del Vega Sicilia). Alejandro Fernández comenzó a plantar vides en un momento en que se estaban sustituyendo los viñedos por otros cultivos subvencionados. Muchos le tacharon de loco. Pero pronto llegó el reconocimiento para sus vinos, tintos que marcaron el camino por el que después discurrirían los demás elaborados de Ribera del Duero: tintos vigorosos y rotundos, muy estructurados, con muchos taninos. De hecho, su éxito obligó al gobierno a reconocer esta región como denominación de origen. Cuando el conocido crítico norteamericano Robert Parker comparó su Tinto Pesquera 1982 con el extraordinario Petrús, las puertas de los mercados internacionales se abrieron a esta bodega, hoy reconocida como una de las seis mejores de España por el mencionado crítico. A pesar de todo esto, Tinto Pesquera sigue siendo un negocio modesto, una bodega de tamaño medio con una producción moderada, con una filosofía que da prioridad al cuidado permanente de los viñedos, a la vendimia realizada en el momento adecuado, racimo por racimo y a la elaboración esmerada. El estilo Pesquera ha marcado la personalidad de los vinos de Ribera del Duero. El proyecto de Alejandro Fernández, alma y patrón de este barco, era hacer realidad un recuerdo: esos vinos recios castellanos que él tomaba en su juventud. Su bodega supo combinar la sabiduría del pasado con los aciertos de la tecnología, una bodega sin artificios que refleja la personalidad de su creador, hombre de ideas claras y directas, con la paciencia envidiable del cosechero que conoce los beneficios de la espera. Varios principios inamovibles dominan su labor: para elaborar un vino es necesario llegar al menos a los 13 grados tras la fermentación, y ésta debe ser de oído, sin control de temperatura. Claro, esto lo puede hacer un oído tan fino como el de Alejandro Fernández, que decide el punto adecuado... y acierta. Alejandro Fernández nació en 1932 en Pesquera de Duero, pueblo que ha paseado por todo el mundo estampado en la etiqueta de sus vinos. Antes que bodeguero fue carpintero, herrero y creador de máquinas para el campo; de hecho, los depósitos de acero inoxidable, las barras para conducir las espalderas y las máquinas para limpiar las barricas han salido de su taller. Alejandro Fernández tiene toda la sencillez y sabiduría de un hombre del campo castellano, y con su empeño dio a luz el primer Ribera del Duero de lujo, en un momento en que la producción de la zona se limitaba a claretes alcohólicos, con la excepción clara del Vega Sicilia, capítulo aparte por su larga historia y calidad. Las distinciones que han recibido los Pesquera no dejan lugar a dudas: además de los elogios del citado Robert Parker, la publicación estadounidense Wine Spectator lo eligió entre los ocho mejores vinos del mundo, está incluido en "Los 100 vinos más prestigiosos del mundo" de la guía francesa Hachette y posee el Premio Nacional de Gastronomía Víctor de la Serna. A pesar de todo esto, Tinto Pesquera sigue siendo un negocio modesto, una bodega de tamaño medio con una producción de un millón de botellas al año, 200 hectáreas de viñas de Tempranillo (que allí llaman Tinta del País), en parcelas grandes como Viña Alta, Llano de Santiago y La Rendeja o más pequeñas como Laveguilla y La Ermita.Notas de cata
De color rojo cereza intenso con ribete granate. Su aspecto es límpido.
En nariz expresa una buena madurez de su carácter frutal, con una madera bien integrada. Recuerdos de frutillas silvestres.
En boca se muestra sabroso, maduro, con buena acidez y alcohol bien compensado. Resulta fácil de tomar. En retronasal se perciben las mismas notas que antes aparecían en nariz.