Características generales
Información general
Alejandro Fernández es uno de los responsables de la fama que hoy tienen los vinos de la Ribera del Duero. Su bodega Tinto Pesquera es un emblema de calidad dentro y fuera de nuestras fronteras, y en ello tuvo mucho que ver el reconocimiento internacional. Fue la voz del omnipotente Robert Parker la que dirigió todas las miradas a esta pequeña bodega: igualó su tinto al intocable Petrús y destacó la ruptura que suponía respecto al patrón hispano del momento. Con el tiempo, el estilo Pesquera ha marcado la personalidad de los vinos de Ribera del Duero: tintos vigorosos y rotundos, de alto grado y aromas potentes. El proyecto de Alejandro Fernández, alma y patrón de este barco, era hacer realidad un recuerdo: esos vinos recios castellanos que él tomaba en su juventud. Para ello creó una bodega que sabe combinar la sabiduría del pasado con los aciertos de la tecnología. El acero inoxidable de los tanques de fermentación convive en silencio con las naves de crianza, en las que reposan 7.500 barricas de roble americano. Una bodega sin artificios que refleja la personalidad de su creador, hombre de ideas claras y directas, con la paciencia envidiable del cosechero que conoce los beneficios de la espera. Varios principios inamovibles dominan su labor: para elaborar un vino es necesario llegar al menos a los 13 grados tras la fermentación, y ésta debe ser de oído, sin control de temperatura. Claro, esto lo puede hacer un oído tan fino como el de Alejandro Fernández, que decide el punto adecuado... y acierta. Alejandro Fernández nació en 1932 en Pesquera de Duero, pueblo que ha paseado por todo el mundo estampado en la etiqueta de sus vinos. Antes que bodeguero fue carpintero, herrero y creador de máquinas para el campo; de hecho, los depósitos de acero inoxidable, las barras para conducir las espalderas y las máquinas para limpiar las barricas han salido de su taller. Alejandro Fernández tiene toda la sencillez y sabiduría de un hombre del campo castellano, y con su empeño dio a luz el primer Ribera del Duero de lujo, en un momento en que la producción de la zona se limitaba a claretes alcohólicos, con la excepción clara del Vega Sicilia, capítulo aparte por su larga historia y calidad. Las distinciones que han recibido los Pesquera no dejan lugar a dudas: además de los elogios del citado Robert Parker, la publicación estadounidense Wine Spectator lo eligió entre los ocho mejores vinos del mundo, está incluido en "Los 100 vinos más prestigiosos del mundo" de la guía francesa Hachette y posee el Premio Nacional de Gastronomía Víctor de la Serna. A pesar de todo esto, Tinto Pesquera sigue siendo un negocio modesto, una bodega de tamaño medio con una producción de un millón de botellas al año, 200 hectáreas de viñas de Tempranillo (que allí llaman Tinta del País), en parcelas grandes como Viña Alta, Llano de Santiago y La Rendeja o más pequeñas como Laveguilla y La Ermita.Notas de cata
De un marcado color cereza picota, con brillos violáceos.
Muy intenso en nariz, con notas de caramelo, café, cueros y especias, sobre todo pimienta.
Nada más llevárselo a la boca destaca su espectacular estructura. Taninos muy marcados pero muy elegantes. Las notas de fruta muy madura se imponen a la madera, formando un conjunto de extraordinaria personalidad. Poderoso, con casta pero a la vez sutil y armonioso. El final es muy largo, envolvente y junto a los tonos frutales aparecen otros mentolados.