
Características generales

Información general
Junto a Vega Sicilia, Protos comparte el honor de ser una de las bodegas con más historia de la Ribera del Duero. El nombre de la bodega significa primero en griego, precisamente porque Protos fue la primera bodega en erigirse en el año 1927 en esta zona vinícola. Desde entonces, la fama de Protos ha continuado creciendo, afianzándose sobre el buen hacer de sus impulsores. En 1929, Protos recibe en la Exposición Universal de Barcelona la medalla de Oro. Nace así una leyenda. Hoy día, la elegancia y complejidad de sus tintos es mundialmente reconocida. Protos cuenta con unas valiosísimas instalaciones originarias, excavadas en la montaña sobre la que se alza el castillo de Peñafiel de Peñafiel (Valladolid). Kilómentros de naves subterráneas albergan las barricas donde los vinos se crían en las mejores condiciones de temperatura y humedad. Y junto a esta bodega antigua, se alzan las nuevas instalaciones de Protos: una espectacular obra arquitectónica diseñada por el genial Richard Rogers, que conjuga a la perfección funcionalidad y arte. La nueva bodega (en la que se han invertido 36 millones de euros) ha permitido incorporar un ambicioso programa de I+D+i, priorizando la inversión en un Plan de Caracterización del Viñedo de sus proveedores; la aplicación de nuevas tecnologías para el análisis por infrarrojos de la calidad de la uva que llega a bodega; la caracterización de las barricas sobre la base de distintos parámetros de crianza y una continua apuesta por la innovación. El viñedo (1.100 hectáreas en total) está controlado por un coordinado equipo de técnicos que asegura que el fruto que llega a la bodega esté en su punto óptimo de madurez y calidad. La vendimia es manual, y una vez en bodega, los racimos pasan por mesas de selección, donde se comprueba que la uva esté entera y completamente sana.
Notas de cata
De un atractivo color cereza intenso.
En nariz ofrece aromas a frutas negras con agradables notas ahumadas, formando un bouquet complejo y elegante.
En boca, el binomio madera-vino deja una sensación aterciopelada. Larguísimo posgusto, característico de los Protos.