Características generales
Información general
Creada en 1989, la bodega Fernando Remírez de Ganuza toma el nombre de su fundador, un navarro de nacimiento y alavés de adopción reconocido como uno de los mayores expertos en viñas. Las instalaciones se encuentran en el centro del municipio de Samaniego (Álava), ocupando toda una manzana de edificios dotados de modernas estructuras de hormigón armado recubiertas con piedra de sillería para albergar una de las bodegas más vanguardistas de España y actualmente una bodega clave dentro de la D.O.C. Rioja. Desde que Fernando Remírez de Ganuza comenzó a trazar las líneas básicas de este proyecto personal, tuvo claro que su objetivo sería situar los vinos de la bodega entre los mejores, y que la forma de hacerlo sería poniendo el acento en el viñedo. Hoy en día, esta firma es realmente una bodega diferente dentro de la zona de producción riojana: elabora sus vinos exclusivamente a partir de sus propios viñedos y dedica grandes esfuerzos al logro de unas uvas de altísima calidad porque, según afirma su fundador, la calidad de un vino extraordinario tiene que estar basada en una excelente materia prima. Los vinos de Fernando Remírez de Ganuza se elaboran a partir de uva seleccionada procedente del viñedo propio, 53 hectáreas de viñas situadas en enclaves realmente privilegiados y repartidas entre cuatro localidades de la subzona de Rioja Alavesa: Samaniego, Leza, Elciego y Laguardia. En ellas se cultivan las variedades Tempranillo, que ocupa el 90% de los viñedos de la bodega; y Graciano, tintas tradicionales de la región. En el momento de la elaboración, sólo los frutos de las cepas bien orientadas y con una edad media de 60 años son tenidos en cuenta. La vendimia se realiza manualmente en cajas de catorce kilos que son conducidas rápidamente a la bodega, donde pasan a las mesas de selección de uva, ideadas por el propio Fernando Remírez de Ganuza. Las vendimias son muy largas, pues la bodega empieza recogiendo sólo los frutos más maduros, realizando una segunda pasada. Pero lo más asombroso es contemplar la ardua labor de selección. Durante el proceso de selección se desechan los granos sueltos y aquellos que no se encuentran en perfecto estado sanitario y de maduración. Además, se separan hombros y puntas (parte superior e inferior respectivamente) del racimo para que sean elaborados por separado, ya que, según Fernando Remírez de Ganuza, el grado de madurez o idoneidad de la uva no es igual en un mismo racimo, por lo que se ganará en calidad final si se separan ambas partes. Este respeto a la materia prima se mantiene durante todo el proceso de elaboración, fermentando en pequeños depósitos tronco-cónicos de acero inoxidable de diseño exclusivo, prensando suavemente el hollejo y completando la fermentación en tinas de madera y barricas. Por último, los vinos pasan a la crianza en la nave subterránea, donde reposan 900 barricas de roble francés y americano, en las que el vino permanecerá un tiempo específico en función de las características de la cosecha en cuestión. Finalmente, los enólogos deciden el ensamblaje definitivo del vino, que terminará de redondearse en el silencio y la tranquilidad de los botelleros de la bodega.Notas de cata
Color cereza intenso con ribete granate.
En nariz despliega intensos aromas a bayas negras muy maduras, tostados, cacao y notas amargas. Fruta muy viva, que predomina sobre la madera, con una selecta crianza en robles de primerísima calidad, que le aportan complejidad.
Tiene una sutil acidez, también tanicidad, dulce y dúctil, amargor y, sobre todo, consumadas hechuras, que le redondean en su vitalidad.