Características generales
Información general
Tras Valbuena se encuentra la legendaria Vega Sicilia, erigida a orillas del Duero. En su interior se guarda el secreto de uno de los vinos más codiciados del mundo. Más de doscientas hectáreas de viñedo, mimado hasta el detalle, rodean la bodega construida al estilo de un châteu francés. Vega Sicilia se erige majestuosa, más por el prestigio alcanzado a lo largo de su brillante y continuista trayectoria durante cerca de 150 años que por su apariencia arquitectónica, de sorprendente sencillez y austeridad. Como en el engranaje de un reloj suizo, todas las piezas en Vega Sicilia encajan a la perfección jugando con uno de sus bienes más preciados: el tiempo, para dar vida a los inigualables vinos que guarda en sus cavas. A pesar de su larga trayectoria, sus instalaciones son modernas, vanguardistas en algunos aspectos, y la tecnología se rinde al servicio de la moderna enología. Sin embargo, Vega Sicilia sigue despertando la sensación de ser un templo sagrado: silencio y una iluminación tibia de las cavas de barricas la convierten en un espacio místico. Y es que, la bodega no ha olvidado su pasado ni la forma de elaborar grandes vinos, tal como ha hecho siempre. Después de pasar por varios propietarios, Vega Sicilia llega a manos de la familia Álvarez, actuales dueños desde 1982. Curiosamente, los Álvarez han sabido mantenerse al margen del protagonismo que tiene la firma, permaneciendo en el anonimato y permitiendo con discreción que Vega Sicilia siga siendo conocida por sus vinos, por su talento y por su excelencia. La producción anual no supera las 300.000 botellas, una cifra muy pequeña en comparación con otras firmas de la Ribera del Duero. La madre del vino es la cepa y en Vega Sicilia se presta especial atención a su bien más preciado: el viñedo. La viña se extiende en laderas orientadas al norte, sobre un terreno arcilloso-calcáreo de perfecta morfología, con una parcelación muy bien diferenciada y cuyas tierras descansan cinco años antes de ser replantadas. Aunque la filosofía elaboradora de Vega Sicilia ha seguido una línea que denota continuidad, no ha perdido de vista la modernidad y ha incorporado las últimas tecnologías en vinificación aplicadas a su estilo tradicional. Dos mil barricas de roble conforman uno de los parques de barricas más impresionantes, firmadas muchas de ellas por las más famosas tonelerías de Nevers (Francia). Sin embargo, Vega Sicilia no deja toda la fabricación de este importante elemento de crianza de sus vinos en manos de cualquiera, y también se encarga de realizar sus propias barricas de roble americano de Ohio, controlando de esta forma los procesos de tostado de las mismas. Vega Sicilia es un lujo al que solamente unos cuantos pueden acceder. Su limitadísima producción obliga a distribuir por cupos, que solamente algunos privilegiados distribuidores tienen el privilegio de disfrutar. Actualmente, la casa madre Vega Sicilia comercializa tres tintos: Valbuena 5º Año, Vega Sicilia Único y Vega Sicilia Reserva Especial. Valbuena 5º Año procede de viñas algo más jóvenes y, en su composición, se encuentra mayoritariamente la Tempranillo y más la variedad Merlot que Cabernet Sauvignon. Tiene de su hermano mayor (Vega Sicilia Único) el color cereza granate con ribete anaranjado, la expresión etérea de su graduación alcohólica y el acento de su excelente evolución oxidativa, fruto de un roble bien curtido, rasgo característico de los tintos de la firma. De su propia personalidad destaca el recuerdo de sus variedades, con un matiz de fruto rojo maduro. En boca, tiene una estructura más magra que el Vega Sicilia Único pero con la complejidad de la asociación vinoso-afrutado.Notas de cata
Rojo burdeos con ribetes rubí intenso.
A pesar de ser una añada anormalmente calurosa su gran calidad es la ausencia de aromas de sobre-maduración. Por el contrario, aparecen aromas a frutos rojos ensamblados a aromas de ebanistería, vainilla, café, torrefactos y moka, todos ellos provenientes de su crianza combinada en roble francés y americano.
Ataque franco y limpio, paso de boca opulento donde su estructura tánica es significativa pero no predominante. Es largo, balsámico y mineral. Fin de boca fresco y amplio con toques de mentol y tomillo, muy de la casa.