Características generales
Información general
La filosofía de Pago de Vallegarcía es elaborar vinos de muy alta calidad, a partir de uva propia, de composición equilibrada, vendimiada a mano en el momento óptimo de maduración y con aptitud para la crianza en barrica y el envejecimiento en botella. Los vinos buscan respetar la tipicidad de cada una de las variedades y la expresión del terruño. La pasión de su propietario, Alfonso Cortina, por los grandes vinos de Burdeos y Borgoña queda patente en este proyecto, que contó con la maestría del profesor en viticultura australiano Richard Smart para proyectar la plantación del viñedo en la finca Vallegarcía, situada en los Montes de Toledo, en un idílico paraje del Parque Nacional de Cabañeros. La primera añada de la firma se realizó en las instalaciones de la bodega Dehesa del Carrizal, en 2001. El éxito conseguido en este momento y durante los cuatro años siguientes (el gurú norteamericano Robert Parker alabó la calidad de los vinos de Vallegarcía), motivaron a Alfonso Cortina a edificar su propia bodega, que fue inaugurada en 2006. El viñedo tiene una extensión de 31 hectáreas y tiene cinco variedades tintas y una blanca (Merlot, Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Petit Verdot, Syrah y la blanca Viognier), variedades francesas de reconocida y demostrada calidad todas ellas; y los vinos de Vallegarcía se elaboran exclusivamente con uvas del viñedo propio. La bodega es una de las más equipadas y modernas de España. Cada variedad es vinificada por separado y es tras la crianza en barricas de roble cuando pasan a formar parte del ensamblaje final. Los vinos de Vallegarcía son complejos y muy especiales. Elaborados en los Montes de Toledo con variedades francesas, dan como resultado un Viognier exótico y único; un Syrah potente y expresivo y, por último, un Gran Vino de Pago, elegante, fino y complejo por el aporte de cada una de sus cuatro variedades.Notas de cata
De color picota, bien cubierto de capa.
En nariz despliega aromas a frutos rojos entrelazados con toffees procedentes de la crianza en barrica.
En boca se muestra fresco, con una sabrosa estructura y amables taninos que producen un paso agradable. Largo y persistente.