Durante la segunda jornada de catas celebrada en Enofusión 2020 (14 de enero), tres jóvenes enólogos explicaron sus nuevos proyectos. Manuel Méndez (Bodegas Gerardo Méndez), Martina Prieto Pariente (B. José Pariente) y Manuel Fariña (B. Fariña) encarnan la segunda y tercera generación de destacados viñadores. Los proyectos que han emprendido en sus respectivas bodegas familiares ilustran algunos de los cambios más significativos acaecidos en la última década, como el rescate de uvas locales olvidadas, la parcelación según tipos de suelo, la creación de vinos de ‘multi-terruño', el rescate de antiguos materiales de elaboración, la apuesta por la longevidad y la tendencia hacia los vinos amables y sutiles.

Estudiar los suelos

Manuel Méndez (29 años) es hijo de uno de los fundadores de la D.O. Rías Baixas: Gerardo Méndez, y aboga por la recuperación de uvas autóctonas que han quedado ensombrecidas por el ‘boom' de la albariño. Además, ha promovido un detallado estudio de cada una de las 165 parcelas que destinan a su etiqueta Do Ferreiro, para identificarlas y dividirlas según tipos de suelos. El resultado se aprecia en el lanzamiento de Do Ferreiro Adina 2018, un albariño al que se destinan fincas seleccionadas, aquellas con suelos de pizarra roja, una rareza en la subzona del Salnés.

En la cata también degustamos Cepas Vellas 2018, otro vino de producción limitada creado con un viñedo diferenciado por su posibilidad dealcanzar la botritys noble. Sin duda, uno de los grandes blancos de este país. Procede de viñas con trescientos años de edad, una circunstancia que lo hace único. Al igual que Do Ferreiro Adina, Cepas Vellas tiene crianza sobre lías.

Democratización y longevidad

Martina Prieto Pariente representa la nueva generación de B. José Pariente (D.O. Rueda). Hija de Victoria, fundadora de la bodega, Martina defiende la elaboración de vinos asequibles como herramienta para aumentar las cifras de consumo. Apuesta también por nuevas elaboraciones que rescatan materiales como el hormigón, las tinas y los fudres para aportar estructura y poner en valor la longevidad. Además destaca el trabajo en parcelación que está llevando a cabo la bodega. El novedoso Finca Las Comas 2016 (D.O. Rueda) está diseñado con uva de una sola parcela, y fermentado y criado en un fudre austríaco. Se trata de un verdejo con una magnífica acidez y una larga vida.  

Al margen de la bodega familiar José Pariente, Martina y su hermano han puesto en marcha una nueva firma que lleva sus apellidos: Prieto Pariente, donde buscan crear tintos en diferentes zonas de Castilla y León. Tintos en línea con la tendencia que apunta hacia mayores dosis de amabilidad, sin grandes extracciones. La bodega Prieto Pariente arranca su trayectoria con La Provincia 2016, un tinto multirregional, resultado de un ensamblaje de 50% garnacha procedente de Toro y un 50% de tempranillo cultivada en tres zonas de Toro y Valladolid. Con él quieren denostar que un vino de orígenes diversos en ningún caso es menor que un vino de parcela. Criado 11 meses en barricas, tiene la frescura de la garnacha y el potencial aromático de la tempranillo.

Innovar como lema

Vástago del considerado ‘padre' de la D.O. Toro, el joven Manuel Fariña anima a todos los productores a apostar por la innovación. En la bodega familiar (B. Fariña) ha impulsado la gama Modernas Tradiciones, al que pertenece Águedas 2016 (V.T. Castilla). Un blanco de pequeña producción creado con la uva local malvasía castellana, que sigue el modelo de los vinos de Chablis y envejece en barricas sobre lías. Águedas 2016 procede de viñedos plantados en pie franco, el gran tesoro de la D.O. Toro.

Manuel Fariña también presentó Campus Gothorum 2016 (D.O. Toro), la nueva versión del extinto Gran Colegiata Campus. Un tinto creado con uvas de 6 parcelas distintas, pero todas cultivadas con viñas prefiloxéricas, muy antiguas, y que pretende mostrar la cara más elegante de la tinta de Toro, buscando mayores dosis de acidez y frescura. En Campus Gothorum la presencia del roble está supeditada al protagonismo de la fruta.