Casar de Burbia es una bodega familiar que se nutre solo de viñas propias, repartidas en multitud de microparcelas: 27 hectáreas certificadas en Agricultura Ecológica y situadas en las laderas de Valtuille de Arriba, la cuna del Bierzo. Ahora nos presenta la etiqueta que la acompaña a la bodega desde sus primeros pasos y lleva el nombre de la firma: Casar de Burbia 2017, con un 45% de descuento.

Isidro Fernández, propietario y enólogo de la bodega, comenta: “Creo que el cierre momentáneo de la hostelería es la mayor consecuencia del coronavirus para las bodegas. La hostelería es uno de los mayores promotores de los vinos de calidad en este país, y ha ayudado a que los vinos se consuman en España; y también a que la gente de fuera que los consume aquí, los pida en sus países.

Por lo demás, en Casar de Burbia hemos mantenido la misma operatividad durante esta crisis. Es una bodega pequeña y con 100% viñedo propio, y el viñedo no entiende de coronavirus. Es más, podríamos decir que este año tenemos un leve repunte en gasto de personal porque hay un poco más de trabajo en la viña: hacemos ecológico y este año hay mucha vegetación que genera mucha mano de obra. Y por otra parte, hemos decidido seguir haciendo labores de bodega habituales, incluyendo el embotellado, ya que es en botella donde mejor está el vino.

La salida de esta crisis pasará por retomar la exportación poco a poco y esperar a que la hostelería vaya abriendo, que será poco a poco. Y por último, no perder de vista el porcentaje de cambio de consumo en hogares que seguro se producirá en alguna medida”.

    Preguntado sobre la presente campaña vinícola, Isidro nos comenta lo siguiente: “Se prevé una buena cosecha. Además, en esta bodega seguimos trabajando y aprendiendo sobre una base de trabajo en ecológico que para nosotros es un valor añadido en el producto, pero que también puede ser un pequeño grano de arena para contribuir al equilibrio en los ecosistemas. De hecho, según muchos especialistas, el mal trato al medio ambiente tiene mucho que ver con lo que nos está pasando en estos momentos”.

Y remata con un mensaje de esperanza: “No dudo de que esta crisis nos servirá para reinventarnos y mejorar. Y espero que lo hagamos a tiempo, porque aquí, rodeado de naturaleza, brotando como si nada pasase, te puedo decir que el mundo siempre nos dará una segunda oportunidad. Eso sí, disfrutando del vino rodeados de amigos”.