Mariano García (1944, Valbuena de Duero) es pieza clave de los últimos movimientos de la enología española y referencia obligatoria cuando se habla de vinos de calidad. En su brillante trayectoria caben una treintena de cosechas en la mítica Vega Sicilia, la creación del tinto Alión y la bodega Aalto (D.O. Ribera del Duero) y sus exitosos proyectos personales Mauro y Maurodos (Bodega del Mes), ambas dirigidas actualmente junto a sus hijos Alberto y Eduardo. Hablamos con Alberto García, el mayor de los hermanos (en la imagen, primero por la derecha), encargado de los asuntos comerciales de ambas bodegas familiares.

Bodegas Mauro (1980) se erige en Tudela del Duero, al otro lado de la frontera de la Ribera del Duero, donde los García confecciona uno de los vinos españoles más reputados: Mauro (Vino de la Tierra), sin necesidad de marchamo de una denominación de origen. Aquí también nace su vino ‘top' Terreus. Por su parte, Maurodos (Bodega del Mes en Vinoselección) está emplazada desde finales de los noventa en la D.O. Toro y en ella se producen los tintos San Román y Prima.

VS. Bodegas Maurodos aparece en el escenario de la D.O. Toro a finales de los noventa, cuando esta región comenzaba a experimentar una auténtica revolución. ¿Qué es lo vieron en Toro para decidirse a invertir aquí?

Alberto García: Fuimos pioneros en lo que puede llamarse “nueva generación de vinos Toro” nacidos a finales de los 90. Nos sedujo el potencial de viñas viejas de la zona, la extrema continentalidad del clima, su diversidad de suelos y el perfil de unos vinos pletóricos de mineralidad, fruta y carácter.
Comenzamos en 1995 a comprar viñedos viejos y a realizar microvinificaciones experimentales para ver el comportamiento de las uvas tinta de toro y garnacha, con el objetivo de aunar opulencia y finura. Por aquellos años apenas existían siete bodegas en la D.O. Toro, la mayor parte de inversiones se realizaban en Ribera del Duero y eran muchos los pequeños viticultores con majuelos de más de 30 años que malvendían la uva. Toro era una zona histórica (fueron suyos los primeros vinos en cruzar el atlántico camino del nuevo mundo), pero con escasa presencia en el mercado y reconocimiento si exceptuamos a Manuel Fariña.

VS. ¿Qué rasgos comparten los vinos de Bodegas Mauro y Bodegas Maurodos?

Equilibrio, franqueza y nitidez aromática, opulencia contenida, concentración, madurez de taninos, capacidad de guarda y personalidad diferenciada.

VS. Trabajar en familia, ¿condenados a entenderse?

No es siempre fácil trabajar con la familia porque, como suele decirse, la frontera entre lo personal y lo profesional no existe. Llevamos el vino en nuestro ADN y por suerte nos encanta nuestro trabajo. Somos gente apasionada y por ello son inevitables las discusiones, pero siempre en buena lid y no perdiendo de vista que, más allá de nuestras opiniones personales, está buscar lo mejor para la bodega.
Compartimos unos principios, una filosofía y unos valores que, junto a un fuertemente arraigado concepto de familia, nos permiten tomar decisiones con agilidad y flexibilidad. La generosidad de mi padre, su talante dialogante y su capacidad para delegar han sido claves en este aspecto.

VS. En la viña apuestan por los métodos ecológicos, ¿mejoran estas prácticas la calidad de la uva? Tratamientos vitícolas en sus viñedos.

Llevamos años orientados hacia una viticultura natural y nuestros viñedos están actualmente regulados bajo los parámetros de la agricultura ecológica. De manera sencilla, lo que se pretende es practicar una viticultura preventiva y sostenible, eliminar tratamientos con productos fitosanitarios de síntesis, fomentar el incremento de la actividad microbiana en los suelos y la biodiversidad, mantener su fertilidad con abonos orgánicos compostados y prevenir su erosión. Es una filosofía de respeto a la naturaleza y al medio que debe llevarnos, en coherencia con nuestro trabajo en bodega, al aprovechamiento de recursos naturales para elaborar vinos más puros que reflejen mejor su origen.
Realizamos tratamientos preventivos con ortiga, valeriana manzanilla o cola de caballo con distintas finalidades y el objetivo común para fortalecer el “sistema inmunológico” de la planta ante posibles enfermedades.

VS. ¿Puede hacernos una valoración del actual panorama del vino toresano?

Después de un periodo de expansión y otro de ciertas dudas e incertidumbre, puede afirmarse que entramos en un periodo de madurez y afianzamiento. La calidad y la definición de los vinos es mayor cada año, los avances hacia una viticultura natural son evidentes, y las inversiones realizadas en los últimos años han demostrado vocación de permanencia.
Queda todavía mucho que hacer para aumentar nuestra presencia en los mercados internacionales, pero cada vez más consumidores y aficionados tienen la percepción de que pocas zonas vitivinícolas como Toro ofrecen tanta generosidad, regularidad y madurez en sus cosechas año tras año, con vinos plenos de fruta que, en el caso de los tintos más ambiciosos, pueden alcanzar grandeza y originalidad suficientes para codearse con los mejores vinos del mundo.