¿Cuáles son los vinos dulces españoles más famosos?
¿Quién no ha oído hablar de los grandes vinos dulces del mundo? El Sauternes, los vinos de hielo, el oporto vintage, el Tokaji… Pero ¿y en España? También los tenemos, a la altura de los grandes. Los más famosos están elaborados con variedades locales. Vinos únicos y muy atractivos para los que buscan rarezas y salirse de la trilogía blanco-rosado-tinto.

PEDRO
XIMÉNEZ. Se
obtienen de la uva que le da nombre, la pedro ximénez. Andalucía es su feudo, aunque
también se cultiva en otras zonas de España. El Pedro Ximénez
puede ser un vino de licor dulce o un vino dulce natural, como en Jerez.
La cepa otorga abundantes uvas de tamaño mediano y hollejo fino, uvas jugosas y
dulces. Normalmente, después de la vendimia, las uvas se someten al proceso de “asoleo”,
concentrando sus azúcares al perder parte del agua. El proceso se acelera
debido al fino hollejo de los frutos. En Jerez, la exposición al sol de las
uvas se prolonga durante varios días: los racimos se extienden en alfombras de
esparto que se tapan por la noche para protegerlos de la humedad.
Los PX son “vinos fortificados” o “encabezados”. Esto quiere decir que su graduación alcohólica natural (la que tiene el vino tras la fermentación) se aumenta mediante la adición de alcohol vínico o la adición de vinos generosos. Después, los PX elaborados en la D.O. Jerez envejecen en botas de roble mediante el sistema de criaderas y solera, realizando la denominada ‘crianza oxidativa’ (en contacto con oxígeno). En la D.O. Montilla-Moriles, los Pedro Ximénez pueden comercializarse sin haber tenido crianza. Y en el caso de ser sometidos a crianza oxidativa, ésta puede ser mediante el sistema de criaderas y solera o por el sistema de añadas.
En general, los PX son vinos de color oscuro, desde ámbar hasta caoba intenso, con mucho volumen, densos y aterciopelados en el paladar, con notas que recuerdan a las uvas pasificadas, y con una elevada graduación alcohólica: en torno a los 16º C.
MOSCATEL. Los moscateles forman una amplia familia de vidueños extendidos por todo el mundo. Debido a su gran potencial glucomético y fuerte carga aromática, la moscatel es ideal para elaborar vinos dulces. Aunque esta casta versátil también se emplea para vinos secos, licorosos y espumosos.
La moscatel de grano menudo abunda en las mesetas y en las zonas del Ebro como Aragón y Navarra. Son famosos los moscateles de grano menudo navarros, blancos dulces con un contenido en alcohol que varía entre los 11 y los 14 grados. También son muy conocidos los moscateles de Alicante, donde se cultiva la variedad moscatel de Alejandría, y los moscateles dulces de la D.O. Sierra de Málaga.
MALVASÍA. Como sucede con los
moscateles, también hay varios tipos de malvasías. Se trata de una variedad
menos aromática que la moscatel, pero también es muy rica en azúcares y soporta
bien las altas temperaturas. Los malvasías más famosos son los elaborados en
las Islas Canarias. El prestigio de estos vinos canarios se remonta al siglo XVI,
cuando eran exportados a Inglaterra. De hecho, encontramos referencias a ellos en
las obras de William Shakespeare,
quien los llamaba ‘sack’ o ‘canary wine’. Algunos malvasías se comercializan
más jóvenes y otros con largas crianzas en
madera y botella. También se producen malvasías de vendimias tardías muy
elegantes.
MONASTRELL Y OTRAS. Esta uva
típica del Mediterráneo, que ha demostrado su capacidad para otorgar grandes
tintos secos, también se transforma en interesantes vinos dulces. Por último,
señalar que en denominaciones catalanas como Priorat, Montsant y Terra Alta se
elabora una singular gama de tintos dulces con uvas como la garnacha y la
cariñena.
La DO Sierras de Málaga ampara solo vinos tranquilos, ya sean tintos, blancos o rosados elaborados en la provincia de Málaga, para todos los dulces fortificados o no y secos fortificados tenemos la histórica DO Málaga