El enoturismo en España no deja de sumar adeptos. Visitar bodegas, participar en catas, talleres, dormir en el entorno de una bodega, comer con vistas al viñedo, realizar actividades a pie de viñas… son los alicientes de este tipo de turismo. Experiencias en torno al vino que van en aumento, tanto en oferta como en demanda.  
 

Sin duda, el enoturismo es ya parte de nuestra cultura del vino. Hace unos meses se presentaba la iniciativa europea VitaEvino en el Congreso de los Diputados, promovida por el sector vitivinícola de distintos países de la Unión Europea. Se trata de una campaña que tiene como objetivo principal reivindicar y defender la cultura del vino en Europa por lo que representa para la economía de esos países. En el caso español, las cifras oficiales señalan que el vino representa hoy casi el 2% del Producto Interior Bruto.  
 

Dentro de la campaña europea VitaEvino también se habla del enoturismo como parte del sector vitivinícola. Y es que, al igual que las bodegas, la industria enoturística favorece la defensa de los territorios, la creación de puestos de trabajo, la conservación de un patrimonio vitícola e histórico y la lucha contra la despoblación.  

Las cifras del enoturismo en España 
 

El pasado verano la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN) presentaba una serie de datos que apuntaban a la “consolidación del enoturismo como motor económico: con más de 100 M€ en 2023”. Asimismo, estas cifras recogían casi tres millones de viajeros en 2023 en las 37 Rutas del Vino de España. Y señalaban que las visitas a bodegas y museos del vino generaron un impacto económico de más de 102 millones de euros. Incluían, además, que la mayor parte de los turistas son nacionales, si bien crece el interés entre los extranjeros.  

Entre todos, el número de visitantes a las bodegas y museos  asociados a Rutas del Vino de España aumentó un 18,2% en 2023 respecto al año anterior. Unos datos que quedaban recogidos en la más reciente edición del ‘Informe anual de Visitas a Bodegas y Museos del Vino’ que elabora ACEVIN a través del Observatorio Turístico de las Rutas del Vino de España. Por tanto, pintan un escenario que habla de una estupenda evolución del enoturismo en nuestro país.  

Además, hay que tener en cuenta, que el informe no incluye otros gastos que genera el enoturismo, como son los alojamientos, dietas o la implicación de empresas de actividades, “pues de incluirlos el impacto económico de las 37 Rutas del Vino triplicaría la citada cifra”, según estimaciones de la propia Asociación. 

Enoturismo todo el año 
 

Las escapadas a zonas vinícolas se pueden realizar, lógicamente, a lo largo de todo el año. Todo viaje con reclamo vinícola resulta apetecible en cualquier época por lo que tiene de experiencia sensorial: hay paisaje, naturaleza, vino, gastronomía y relajación.  

Las bodegas ofrecen un amplia variedad de opciones, como pasear por el campo, participar de la vendimia, subir en globo, recorrer las instalaciones, probar sus vinos, comer, disfrutar de una velada relajante en un spa, recibir un masaje reconfortante, e incluso, amanecer rodeados de viñedos. Planes para públicos y presupuestos variados que se pueden organizar además de manera personalizada, y que ganan atractivo con la llegada del buen tiempo.  

No obstante, también en el citado informe de ACEVIN se destaca que el enoturismo empieza a tener un carácter desestacionalizador, además de haber dejado de ser una actividad complementaria a otro tipo de turismo. Hoy día, el enoturismo en España tiene entidad propia y permanente. Y como dato clarificador refieren el hecho de que agosto sea el segundo mes, después de octubre, con mayor afluencia de visitantes a los territorios vinícolas.  

Las Rutas del Vino más visitadas  

De la casi cuarenta Rutas del Vino que tenemos en nuestro país, las que recibieron más visitantes en 2023 fueron la Ruta del Vino de Rioja Alta; la del Vino y el Brandy del Marco de Jerez, y la de la Ribera del Duero. Tras ellas se situaron la del Vino Penedès, la de Rioja Alavesa y la del Vino de Calatayud, como también queda recogido en dicho informe.  

En definitiva, todas estas cifras confirman la interesante oferta enoturística que hay en España y la relevancia que va adquiriendo para la economía nacional.