Attis Pedral 2019
Pequeña joya tinta de Rías Baixas
Attis Pedral 2019 es un tinto elaborado con la uva que le da nombre, variedad muy minoritaria que sólo se encuentra en Galicia y el norte de Portugal. Attis Bodega y Viñedos apuesta por ella para crear un vino de sorprendente elegancia, frescura y toque balsámico.
Información general
Delicado y sutil, Attis Pedral 2019 forma parte de la línea de monovarietales tintos que Attis Bodega y Viñedos elabora con uvas autóctonas gallegas, algunas de ellas prácticamente olvidadas y desaparecidas.
Concretamente para la elaboración de este vino, la firma, fundada en 2000 en el Valle del Salnés, una de las mejores zonas de la D.O. Rías Baixas, empleó uvas de pedral, variedad que da tintos muy aromáticos, ligeros, suaves, afrutados y balsámicos. Tras la selección manual de los mejores frutos de sus viñas emparradas, la fermentación alcohólica con levaduras autóctonas en barricas abiertas de 500 litros, la maceración y la fermentación maloláctica espontáneas, el proceso culminó con 12 meses de crianza en barricas de roble francés.
Pese a que su fundación, tal y como hoy la conocemos, se produjo en el año 2000, la historia de Attis Bodega y Viñedos se remonta a casi medio siglo atrás. Los humildes viñedos de albariño de la familia Fariña están en el origen de un proyecto, que, en la actualidad, gracias a la creciente producción, se ha visto ampliado en viñedo, variedades locales cultivadas (dando paso también a tintas) e instalaciones. Desde la pequeña aldea de Meaño, en la subzona más atlántica de la D.O., los hermanos Robustiano y Baldomero Fariña, junto al enólogo francés Jean François Hébrand, llevan las riendas de la firma. Una casa que imprime carácter propio a sus vinos, con el respeto a la tipicidad como bandera. Ejemplo de ello es este Attis Pedral 2019, de limitadísima producción (menos de 1000 botellas). Su buena acidez y notas especiadas lo convierten en una buena opción para disfrutar tanto por copa como acompañando pescados en guiso o a la brasa y carnes blancas en salsa.
Notas de cata
En nariz se muestra complejo y muy fino. Predominio de fruta roja, especias y toques minerales.
Sutil, delicado y redondo en boca. Taninos muy aterciopelados. Elegante.
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Características generales
Información general
Delicado y sutil, Attis Pedral 2019 forma parte de la línea de monovarietales tintos que Attis Bodega y Viñedos elabora con uvas autóctonas gallegas, algunas de ellas prácticamente olvidadas y desaparecidas.
Concretamente para la elaboración de este vino, la firma, fundada en 2000 en el Valle del Salnés, una de las mejores zonas de la D.O. Rías Baixas, empleó uvas de pedral, variedad que da tintos muy aromáticos, ligeros, suaves, afrutados y balsámicos. Tras la selección manual de los mejores frutos de sus viñas emparradas, la fermentación alcohólica con levaduras autóctonas en barricas abiertas de 500 litros, la maceración y la fermentación maloláctica espontáneas, el proceso culminó con 12 meses de crianza en barricas de roble francés.
Pese a que su fundación, tal y como hoy la conocemos, se produjo en el año 2000, la historia de Attis Bodega y Viñedos se remonta a casi medio siglo atrás. Los humildes viñedos de albariño de la familia Fariña están en el origen de un proyecto, que, en la actualidad, gracias a la creciente producción, se ha visto ampliado en viñedo, variedades locales cultivadas (dando paso también a tintas) e instalaciones. Desde la pequeña aldea de Meaño, en la subzona más atlántica de la D.O., los hermanos Robustiano y Baldomero Fariña, junto al enólogo francés Jean François Hébrand, llevan las riendas de la firma. Una casa que imprime carácter propio a sus vinos, con el respeto a la tipicidad como bandera. Ejemplo de ello es este Attis Pedral 2019, de limitadísima producción (menos de 1000 botellas). Su buena acidez y notas especiadas lo convierten en una buena opción para disfrutar tanto por copa como acompañando pescados en guiso o a la brasa y carnes blancas en salsa.
Notas de cata
En nariz se muestra complejo y muy fino. Predominio de fruta roja, especias y toques minerales.
Sutil, delicado y redondo en boca. Taninos muy aterciopelados. Elegante.