En este post te explicamos en qué consiste una de las labores vitícolas más importantes para obtener una uva de alta calidad: la poda en verde. Para ello contamos con la participación del departamento técnico de Bodegas Sonsierra, recientemente coronada como ‘Mejor cooperativa' de Rioja por el Master of Wine británico Tim Atkin.

Empecemos por lo básico. La vid se divide entre la parte subterránea (sistema radicular/raíces) y la parte aérea, con su tronco y brazos. De los brazos brotan sarmientos cada año (al principio, llamados pámpanos); y de ellos las hojas, racimos…

En invierno se realiza la poda, una labor manual: el sarmiento se corta y se deja un número determinado de yemas que serán las que den los frutos la vendimia siguiente. Así se comienza a ajustar la planta a la producción de uva que se desea: es un paso importante porque influye en el volumen y la calidad de la cosecha.

Al llegar la primavera y la brotación, es el turno de una nueva poda: la poda en verde. De forma resumida, consiste en eliminar brotes para quedarse solo con los elegidos. “La poda en verde o espergurado es un trabajo totalmente manual, laborioso y primordial. Consiste en eliminar los brotes que salen de la madera vieja dejando sólo dos pámpanos de cada uno de los pulgares dejados durante la poda de invierno”, explican desde el departamento técnico de Bodegas Sonsierra.

Si se dejaran todos los brotes que tiene la cepa, habría un exceso de vegetación que no serviría para nada y perjudicaría a la base de la cepa.

“Los brotes eliminados se llaman transgemos, chupones o mamones, ya que estos brotes chupan o maman de la savia de la planta. Con su eliminación conseguimos seleccionar los mejores brotes para que toda la savia vaya a ellos, se desarrollen con más fuerza, haya menos racimos y, en definitiva, aumente la calidad de la uva”.

Elegir el momento justo

Decidir el momento justo de la poda en verde es muy importante. “Antes de eliminar los brotes chupones o mamones, se suele esperar a estos tengan de 15 a 20 centímetros. Esperamos para estar prevenidos en caso de heladas. Otra de las razones de la espera es evitar tener que hacer otro repaso para quitar aquellos que aún no hubiesen brotado”, aclaran desde la bodega.

“Tampoco esperamos más allá de los 15 o 20 centímetros, porque al hacerlo más tarde habrá más competencia por los nutrientes de la planta. Además, las heridas al quitar dichos brotes serían mayores y la cicatrización más costosa.”