D.O. Ribeira Sacra: la magia de la Galicia interior
La Denominación de Origen Ribeira Sacra se extiende sobre uno de los paisajes más bellos del mundo. Se localiza en el interior de Galicia, al sur de la provincia de Lugo y al norte de la de Orense, por donde los ríos Miño y Sil corren a encontrarse serpenteando entre vertiginosas laderas.
Sobre esas pendientes de mortal inclinación, entre frondosos bosques y bajo un cielo de mil azules, se encuentran los viñedos de esta región productora.
Una de romanos
Existen en la zona vestigios de actividad viticultora que datan de la época de los romanos. Ellos fueron, pues, quienes comenzaron a estructurar en bancales cultivables los tremendos desniveles del terreno.
De su tesón surgirían los primeros vinos de Ribeira Sacra que, especiados, acabarían junto con los pescados fluviales del lugar en las mesas de los patricios.
Sin restarles mérito, se entiende más fácilmente su iniciativa si tenemos en cuenta que, en aquel entonces, contaban con esclavos para realizar las duras labores de un viñedo que consiste, básicamente, en una gigantesca y empinada escalera.
El ingenio de estos pobladores al convertir en terrazas los terribles terraplenes fue determinante, aunque la perpetuidad de la tradición vinícola se la debemos a los monjes que, a partir del siglo VI, comenzaron a instalarse en esas tierras y a levantar ermitas y monasterios.
“Ora et labora”, fueron perfeccionando el sistema de cultivo de la Ribeira Sacra. Precisamente el nombre de esta denominación de origen significa “ribera sagrada”, en alusión a la profusión de templos en sus tierras. Durante la Edad Media y hasta el siglo XIX el vino supuso uno de los motores económicos de la región.
Constitución de la D.O. Ribeira Sacra
Es en 1996 cuando se constituye la denominación de origen Ribeira Sacra. A partir de ese momento, se profesionaliza la actividad viticultora y se comienza a reivindicar la calidad y singularidad de sus vinos.
La región productora, que comprende viñedos de las provincias de Lugo y Ourense, se divide en cinco subzonas: Amandi, en la parroquia de Marcelle, en Monforte de Lemos; Chantada, con localidades como Puertomarín, Sabadelle y Fiz de Rozas; Quiroga-Bibei, en Quiroga, a orillas del río Bibei; y Ribeiras do Miño y Ribeiras do Sil, estas dos últimas en las cuencas de los ríos.
Hoy en día son 90 las bodegas integradas en la Denominación de Origen Ribeira Sacra.
Viticultura heroica
En Ribeira Sacra la disposición del terreno imposibilita la mecanización del trabajo. Basta con observar el trasiego de los viticultores con las cajas a cuestas para entender por qué la zona es uno de los mejores ejemplos de viticultura heroica.
Para que se considere como tal, los viñedos han de estar a una altitud superior a los 500 metros y situados en pequeñas parcelas en terrazas enclavadas en pendientes con un desnivel superior al 30%.
Sólo algunas regiones en el mundo acreditan estas condiciones. En Italia son famosas las terrazas de Cinque Terre, en Liguria; en Grecia, los acantilados volcánicos de Santorini; y en España, junto con áreas del Priorato y las islas canarias, están estas agrestes tierras de la Ribeira Sacra.
Aquí, con estas condiciones orográficas concurren factores muy benignos para potenciar la calidad de la uva: un clima atlántico de tendencias mediterráneas; suelos pizarrosos o graníticos que, al estar dispuestos en bancales, drenan fácilmente; el efecto termorregulador delos ríos; y las pendientes muy bien insoladas.
El resultado son unos vinos que gozan de una marcada personalidad y altos estándares de calidad.
Los vinos de Ribeira Sacra
Los viñedos de Ribeira Sacra cultivan una amplia variedad de uvas, tanto blancas como tintas, la mayoría autóctonas.
Las variedades tintas preferentes son mencía, brancellao, merenzao, sousón, caiño tinto, caíño longo y caíño bravo, aunque también están autorizadas la garnacha tintorera, la mouratón, la tempranillo y la gran negro. Los Ribeira Sacra tintos deben contar en su composición con al menos un 70% de mencía.
En cuanto a las uvas blancas, encontramos godello, albariño, loureira, treixadura, doña branca, branco lexítimo, caiño blanco y torrontés.
Tanto los tintos como los blancos pueden etiquetarse como “barrica” si permanecen en estos continentes durante un mínimo de seis meses en el caso de los primeros y tres en el de los segundos.
Una categoría especial que se contempla en esta denominación de origen es la de los vinos que cuentan con más de un 85% de variedades preferentes, llamados Ribeira Sacra Summum. En el caso de los rosados, todos han de contener ese porcentaje, por lo que siempre se catalogan como summum.
Vinos tintos de Ribeira Sacra
Por las cualidades organolépticas de su uva principal, la mencía, los tintos de Ribeira Sacra tienen una capa media alta y son limpios y brillantes. En nariz destacan las notas a fruta roja y en boca son largos y equilibrados.
Estas son algunas referencias que debes probar:
Adega Moure, en la subzona de Ribeiras do Miño, goza de una de las vistas más increíbles de toda la Ribeira Sacra sobre lo que se conoce como “o cabo do mondo”, un pronunciado meandro dibujado por el río Miño. Allí se elabora este monovarietal de mencía criado entre seis y nueve meses en grandes fudres de roble francés. Un tinto redondo, carnoso y con un largo final.
Dos de los más destacados enólogos españoles, Rodrigo Méndez y Raúl Pérez, unen su saber hacer en este tinto elaborado en Chantada, uno de los mejores de la Riberia Sacra. Se presenta refinado, con taninos pulidos y un largo potencial de guarda.
Con un 70% de mencía completado con otras variedades tintas, Lacima es un vino algo diferente del perfil típico de los tintos de la zona. Procede de cuatro viñedos viejos de entre 50 y 100 años pertenecientes a Dominio de Bibei. Su pretensión ha sido obtener la máxima elegancia y mineralidad. El resultado es un vino algo más corpulento de lo normal en Riberia Sacra, pero francamente exquisito.
Vinos blancos de Ribeira Sacra
Los godellos de esta tierra son la punta de lanza, aunque varietales como la treixadura y la albariño proveen de un amplio espectro de perfiles a los blancos de Riberia Sacra.
Nuestras recomendaciones:
También de la bodega Domino de Bibei procede este blanco de guarda. Compuesto en su mayoría por godello, cuenta con un pequeño porcentaje de otras uvas blancas que completan su abanico de aromas. Su final deja un largo recuerdo a manzana verde.
Sílice viticultores, de Grupo CVNE, elabora este blanco con distintas uvas autóctonas plantadas en varios bancales sobre el cañón del Sil. Se cría sobre sus propias lías durante 7 meses en depósitos de acero inoxidable. Aunque es un vino rotundo, no pierde de vista el frescor característico de la Ribeira Sacra.
La Ribeira Sacra es la evidencia del compromiso de los viticultores con su tierra, con su paisaje. Gracias a ellos podemos paladear estos vinos frescos, personales y con todo el carácter único de la tierra de la que proceden.
