- Descripción:
Todo tipo de familias queseras, desde pastas blandas con corteza enmohecida blanca y amarilla, azules ecológicos de vaca o de mezcla, puro de cabra o mezclas de vaca y cabra con diversas curaciones.
- Producto: Quesos Artesanos de Asturias.
- Zona de origen: Asturias (España).
- Presentación: Surtido de 7 quesos asturianos con un peso total aproximado de 2 kg.
Quesos Artesanos de Asturias
Con una larga tradición quesera, Asturias no se duerme en sus laureles y, en los últimos años, diversas queserías han desarrollado nuevas variedades para ensanchar la amplia oferta quesera del Principado.
Por orden de degustación, del más suave al más fuerte, la selección está formada por los siguientes quesos asturianos:
- Una porción de 300 g aprox. de queso Máximo de Rey Silo.
- Una pieza de 275 g aprox. de queso Franxón de Ca Llechi.
- Una pieza de 400 g aprox. de queso Alejandro Casielles 1913 Selección Caramelo.
- Media pieza de 225 g aprox. de queso Rebollín Como una Cabra de Agrovaldés.
- Una porción de 250 g aprox. de queso de mezcla de vaca y cabra de Los Caserinos.
- Una porción de 250 g aprox. de queso Campo Bio de La Peral.
- Una porción de 300 g aprox. de queso Pría de Tres Leches de Inés Granda.
Características generales

Información general
Después del eslogan “España, el país de los cien quesos” creado en 1996, surgió otro que le iba a la zaga: “Asturias, la tierra de los 40 quesos”. Entre ellos había cuatro denominaciones de origen protegidas (DOP) y una indicación geográfica protegida (IGP), y un sinfín de quesos variados, tanto de vaca, cabra, oveja o mezcla, lo que denotaba la potencia, versatilidad e innovación del sector quesero artesanal asturiano. De hecho, viajar por Asturias es adentrase en terreno incógnito quesero. En cada concejo, en cada aldea, en cada vericueto aparece una quesería con propuestas interesantes a descubrir. En este periplo asturiano, nos hemos detenido en aquellas queserías y quesos que por su originalidad tenían algo importante que explicar.
De oriente a occidente, arrancamos con un Pría de Tres Leches, de la familia Inés Granda, una saga quesera con más de 70 años de historias que presenta un azul de mezcla (vaca, oveja y cabra), suave ahumado exterior y larga curación en bodega que recuerda a los antiguos gamonedos. De Piloña, y de la aldea de Moruxones, un proyecto novedoso de Alberto y Marina donde elaboran además de casín con dop y otros quesos, un fantástico Franxón de pasta blanda y corteza enmohecida que no tiene nada que envidiar a sus similares franceses. En las afueras de Villaviciosa, una explotación familiar de vacuno lechero ecológico que han cerrado el círculo y elaboran y venden sus productos lácteos (yogures y arroz con leche) y quesos en la propia granja. Responden a Los Caserinos que es como les conocen por allí, y les reservamos un queso semicurado de mezcla de vaca y de cabra.
Cerca de Oviedo está Siero y en su zona más rural se enclava Lieres, en Vega de Poja. Allí, hace apenas cuatro años Alejandro Casielles recogió el testigo de una quesería que cerraba y que Alejandro les distribuía sus quesos. Y en poco tiempo la ha puesto entre las más conocidas de Asturias. De aquí proviene su Alejandro Casielles 1913 – Selección caramelo, un queso diminuto y bien curado de vaca con cabra, que encantará a los paladares que buscan quesos fuertes.
Cerca de Avilés, en otra zona de media montaña y rural, encontramos la aldea de La Peral que ha dado nombre a unos de los quesos azules más renombrados y buscados de Asturias. La familia León Álvarez pueden explicar la historia de la lechería y quesería asturianas desde el inicio y desarrollo de su quesería centenaria fundado en el año 1923. Y lo más nuevo de sus quesos azules es Campo Bio: un queso de leche ecológica y cruda de vaca, con tres meses de curación, que engloba lo mejor de los pastos asturianos.
Finalmente, nuestro periplo se detiene en La Espina, en el centro oeste de Asturias. Aquí, la sociedad cooperativa Agro Valdés -con una historia que se remonta a los años 40 del siglo pasado- cerró el ciclo primigenio con una quesería artesanal donde Cristina Guardado, una quesera vocacional, elabora afuega’l pitu dop y nuevos quesos. Como el Rebollín como una cabra: un queso semicurado, suave y límpido, puro de cabra
Notas de cata
Surtido muy ecléctico y variado, desde la suavidad y cremosidad del Franxón, las notas cítricas del Máximo, las diferencias de las pastas prensadas en mezcla o en vaca con diversas maduraciones, o los sabores y contrastes diferentes de los dos azules.
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Información general
Después del eslogan “España, el país de los cien quesos” creado en 1996, surgió otro que le iba a la zaga: “Asturias, la tierra de los 40 quesos”. Entre ellos había cuatro denominaciones de origen protegidas (DOP) y una indicación geográfica protegida (IGP), y un sinfín de quesos variados, tanto de vaca, cabra, oveja o mezcla, lo que denotaba la potencia, versatilidad e innovación del sector quesero artesanal asturiano. De hecho, viajar por Asturias es adentrase en terreno incógnito quesero. En cada concejo, en cada aldea, en cada vericueto aparece una quesería con propuestas interesantes a descubrir. En este periplo asturiano, nos hemos detenido en aquellas queserías y quesos que por su originalidad tenían algo importante que explicar.
De oriente a occidente, arrancamos con un Pría de Tres Leches, de la familia Inés Granda, una saga quesera con más de 70 años de historias que presenta un azul de mezcla (vaca, oveja y cabra), suave ahumado exterior y larga curación en bodega que recuerda a los antiguos gamonedos. De Piloña, y de la aldea de Moruxones, un proyecto novedoso de Alberto y Marina donde elaboran además de casín con dop y otros quesos, un fantástico Franxón de pasta blanda y corteza enmohecida que no tiene nada que envidiar a sus similares franceses. En las afueras de Villaviciosa, una explotación familiar de vacuno lechero ecológico que han cerrado el círculo y elaboran y venden sus productos lácteos (yogures y arroz con leche) y quesos en la propia granja. Responden a Los Caserinos que es como les conocen por allí, y les reservamos un queso semicurado de mezcla de vaca y de cabra.
Cerca de Oviedo está Siero y en su zona más rural se enclava Lieres, en Vega de Poja. Allí, hace apenas cuatro años Alejandro Casielles recogió el testigo de una quesería que cerraba y que Alejandro les distribuía sus quesos. Y en poco tiempo la ha puesto entre las más conocidas de Asturias. De aquí proviene su Alejandro Casielles 1913 – Selección caramelo, un queso diminuto y bien curado de vaca con cabra, que encantará a los paladares que buscan quesos fuertes.
Cerca de Avilés, en otra zona de media montaña y rural, encontramos la aldea de La Peral que ha dado nombre a unos de los quesos azules más renombrados y buscados de Asturias. La familia León Álvarez pueden explicar la historia de la lechería y quesería asturianas desde el inicio y desarrollo de su quesería centenaria fundado en el año 1923. Y lo más nuevo de sus quesos azules es Campo Bio: un queso de leche ecológica y cruda de vaca, con tres meses de curación, que engloba lo mejor de los pastos asturianos.
Finalmente, nuestro periplo se detiene en La Espina, en el centro oeste de Asturias. Aquí, la sociedad cooperativa Agro Valdés -con una historia que se remonta a los años 40 del siglo pasado- cerró el ciclo primigenio con una quesería artesanal donde Cristina Guardado, una quesera vocacional, elabora afuega’l pitu dop y nuevos quesos. Como el Rebollín como una cabra: un queso semicurado, suave y límpido, puro de cabra

Notas de cata
Surtido muy ecléctico y variado, desde la suavidad y cremosidad del Franxón, las notas cítricas del Máximo, las diferencias de las pastas prensadas en mezcla o en vaca con diversas maduraciones, o los sabores y contrastes diferentes de los dos azules.