- Descripción: Os presentamos la cuarta entrega de quesos elaborados en los Parques Nacionales españoles. Una selección vertical de quesos de cabra, desde tierno ahumado a curado con gofio, acogidos a la D.O.P. Queso Palmero, y elaborados y madurados en las laderas de la Caldera de Taburiente.
- Zona de origen: D.O.P. Queso Palmero.
D.O.P. Queso Palmero
Los quesos tras la erupción
Disfrutad de una selección protagonizada por 3 quesos palmeros.
Nombre: (por orden de degustación, del más suave al más fuerte):
Palvidaques tierno ahumado (D.O.P. Queso Palmero), Palvidaques semicurado natural (D.O.P. Queso Palmero) y Palvidaques curado con gofio (D.O.P. Queso Palmero).
Definición:
Tres quesos palmeros con D.O.P., de leche cruda y entera de cabras palmeras procedentes de diversas fincas, con distintas curaciones y tratamientos de corteza, y de pasta suavemente prensada y no cocida.
Presentación:
Debido a los orígenes completamente artesanales de diversas explotaciones caprinas, del gran tamaño y de su diferente presentación, y de sus tres curaciones y tratamientos distintos; los quesos se han cortado en porciones de 300 gramos cada una aproximadamente, y han sido envasadas individualmente al vacío. Cada surtido lleva dos porciones de cada uno de los tres quesos. En total 1,8 kg aproximadamente.
- 1 queso de Palvidaques tierno ahumado.
- 1 queso de Palvidaques semicurado natural.
- 1 queso de Palvidaques curado con gofio.
Características generales

Información general
A finales de 2021, después de la erupción volcánica en la isla de La Palma, los sectores agrícola y ganadero quedaron fuertemente afectados por la propia erupción o por el polvo volcánico que cubría la vegetación de gran parte de su territorio. Fueron meses muy duros y desde Vinoselección nos planteamos cómo poder ayudar en tales circunstancias. Debió pasar más de un año para que la situación mejorará en todos los sentidos. Fue entonces cuando nos planteamos realizar una selección protagonizada por la D.O.P. Queso Palmero.
En el marco iniciado hace ya tres años de presentar y promocionar quesos elaborados en las zonas de influencia de los Parques Nacionales españoles, esta selección también sirve como tributo para ayudar a visionar las dificultades de la España vaciada. En el caso de La Palma, por partida multiplicada: por su insularidad, por su orografía extrema derivada de su gran altitud, por su lejanía para enlazar con los mercados y, finalmente, porque en toda la isla no existe ninguna fábrica quesera propiamente dicha. No obstante, la producción lechera y quesera palmeras sigue siendo importante, a través de una red de cabreros repartidos por todas las laderas de la isla cuyos rebaños aprovechan libremente los pastizales y la vegetación autóctona Se trata de un pastoreo transterminante, que se desplaza de costa a medianía o a más altitud, resiguiendo el desarrollo y crecimiento vegetativos de una isla fértil, húmeda y lluviosa. Sobre todo, en las laderas norte y noroccidental, las más húmedas; o cerca de Los Llanos de Aridane, la zona agrícola por excelencia y una de las más afectadas por la erupción.
En la actualidad, con una cabaña ganadera de no más de 10.000 cabras de raza pura palmera y otras estirpes autóctonas cruzadas, apenas más de una cincuentena de explotaciones caprinas siguen elaborando un queso tierno de cabra, de gran tamaño, a partir de leche cruda y entera de un solo ordeño por las mañanas. Son quesos que dejan secar y orear de una a dos semanas hasta que los recogedores pasan por las fincas, los pesan y pagan al contado para ser enviados principalmente a los mercados de Tenerife o de Gran Canaria, donde se venden de inmediato y gozan de gran predicamento por su autenticidad y rusticidad. Muchos van suavemente ahumados, otros simplemente cortezados. La dificultad estribaba en conseguir quesos semicurados y curados que pudieran viajar hasta la Península para su manipulación, envasado y poder convertirse en una selección quesera en Vinoselección.
Aquí aparecen Antonio Valentín Domínguez, alias Toño, e Isabel Armas. Un matrimonio palmero que hace más de treinta años se labran su profesión como “recogedores de quesos palmeros”, que posteriormente llevan a Merca Tenerife desde donde los comercializan. Con el nombre comercial de Palvidaques y desde su puesto en Tenerife, Toño regresa semanalmente en barco y furgoneta a la vecina La Palma, recorriéndola durante dos días por carreteras, pistas y vericuetos donde se ubican las distintas fincas y casas de los cabreros y queseros. Ante el cabrero, valora los quesos de la semana, los pesa, los paga y los expide. Toño e Isabel era el eslabón que nos faltaba. Hacía tiempo que querían probar a madurar los quesos palmeros. Sabían por experiencia de la bondad de dicho queso cuando se guardaba durante meses para consumir durante el año. Con ellos llegamos a un acuerdo y nos guardaron quesos de marzo para convertirse en curados con gofio para finales de setiembre; quesos de junio para llegar a semicurados con corteza natural a mediados de octubre; y quesos de finales de septiembre para ahumarlos con dos semanas y que se presenten como tiernos ahumados.
Quesos artesanos de hasta diez explotaciones diferentes, que han madurado sobre cañizos de madera al aire de los alisios atlánticos en su cámara de maduración de la finca Lomo Antón, en Tijarafe. Quesos que fueron recogidos y enviados a la Península a mediados de octubre para su envasado en cuñas al vacío de 300 gramos cada uno, para que les lleguen puntualmente como la selección de quesos de noviembre. Toda la síntesis de la calidad de la vegetación y de la leche de cabra de la isla de La Palma después de la erupción.
Notas de cata
Tienes en tu poder una cata vertical de la D.O.P. Queso Palmero. Un hecho dificilísimo de conseguir, en el que podrás apreciar el aspecto láctico a leche de cabra de pastoreo y suavemente ahumado del tierno ahumado; la textura mantecosa sobre un fondo cítrico y elegante del semicurado natural; y el sabor desarrollado y expresivo del curado, en el que las notas tostadas y dulzonas del gofio junto a la pérdida de acidez del queso, consiguen notas caramelizadas, vegetales y suavemente animales en un queso único en su género.Compartir:

Información general
A finales de 2021, después de la erupción volcánica en la isla de La Palma, los sectores agrícola y ganadero quedaron fuertemente afectados por la propia erupción o por el polvo volcánico que cubría la vegetación de gran parte de su territorio. Fueron meses muy duros y desde Vinoselección nos planteamos cómo poder ayudar en tales circunstancias. Debió pasar más de un año para que la situación mejorará en todos los sentidos. Fue entonces cuando nos planteamos realizar una selección protagonizada por la D.O.P. Queso Palmero.
En el marco iniciado hace ya tres años de presentar y promocionar quesos elaborados en las zonas de influencia de los Parques Nacionales españoles, esta selección también sirve como tributo para ayudar a visionar las dificultades de la España vaciada. En el caso de La Palma, por partida multiplicada: por su insularidad, por su orografía extrema derivada de su gran altitud, por su lejanía para enlazar con los mercados y, finalmente, porque en toda la isla no existe ninguna fábrica quesera propiamente dicha. No obstante, la producción lechera y quesera palmeras sigue siendo importante, a través de una red de cabreros repartidos por todas las laderas de la isla cuyos rebaños aprovechan libremente los pastizales y la vegetación autóctona Se trata de un pastoreo transterminante, que se desplaza de costa a medianía o a más altitud, resiguiendo el desarrollo y crecimiento vegetativos de una isla fértil, húmeda y lluviosa. Sobre todo, en las laderas norte y noroccidental, las más húmedas; o cerca de Los Llanos de Aridane, la zona agrícola por excelencia y una de las más afectadas por la erupción.
En la actualidad, con una cabaña ganadera de no más de 10.000 cabras de raza pura palmera y otras estirpes autóctonas cruzadas, apenas más de una cincuentena de explotaciones caprinas siguen elaborando un queso tierno de cabra, de gran tamaño, a partir de leche cruda y entera de un solo ordeño por las mañanas. Son quesos que dejan secar y orear de una a dos semanas hasta que los recogedores pasan por las fincas, los pesan y pagan al contado para ser enviados principalmente a los mercados de Tenerife o de Gran Canaria, donde se venden de inmediato y gozan de gran predicamento por su autenticidad y rusticidad. Muchos van suavemente ahumados, otros simplemente cortezados. La dificultad estribaba en conseguir quesos semicurados y curados que pudieran viajar hasta la Península para su manipulación, envasado y poder convertirse en una selección quesera en Vinoselección.
Aquí aparecen Antonio Valentín Domínguez, alias Toño, e Isabel Armas. Un matrimonio palmero que hace más de treinta años se labran su profesión como “recogedores de quesos palmeros”, que posteriormente llevan a Merca Tenerife desde donde los comercializan. Con el nombre comercial de Palvidaques y desde su puesto en Tenerife, Toño regresa semanalmente en barco y furgoneta a la vecina La Palma, recorriéndola durante dos días por carreteras, pistas y vericuetos donde se ubican las distintas fincas y casas de los cabreros y queseros. Ante el cabrero, valora los quesos de la semana, los pesa, los paga y los expide. Toño e Isabel era el eslabón que nos faltaba. Hacía tiempo que querían probar a madurar los quesos palmeros. Sabían por experiencia de la bondad de dicho queso cuando se guardaba durante meses para consumir durante el año. Con ellos llegamos a un acuerdo y nos guardaron quesos de marzo para convertirse en curados con gofio para finales de setiembre; quesos de junio para llegar a semicurados con corteza natural a mediados de octubre; y quesos de finales de septiembre para ahumarlos con dos semanas y que se presenten como tiernos ahumados.
Quesos artesanos de hasta diez explotaciones diferentes, que han madurado sobre cañizos de madera al aire de los alisios atlánticos en su cámara de maduración de la finca Lomo Antón, en Tijarafe. Quesos que fueron recogidos y enviados a la Península a mediados de octubre para su envasado en cuñas al vacío de 300 gramos cada uno, para que les lleguen puntualmente como la selección de quesos de noviembre. Toda la síntesis de la calidad de la vegetación y de la leche de cabra de la isla de La Palma después de la erupción.
