¿Guardar una botella de vino abierta? Métodos para evitar el deterioro
Seguramente te habrá pasado: abres una botella para tomar una o dos copas y no la terminas. ¿Qué hacemos entonces? Debes de saber que si guardamos varios días un vino abierto, se oxidará. Su sabor se deteriora debido a un excesivo contacto con el oxígeno. Un vino blanco oxidado presenta un color más oscuro y apagado, sin brillo, y un sabor acidulado; un tinto oxidado, por el contrario, se aclara, muestra un color excesivamente amarronado, también apagado, y un sabor agridulce. Los rosados también se aclaran y pierden el brillo.
Aquí van unos consejos para que puedas disfrutar del vino sobrante evitando en lo posible su pérdida de propiedades:
1- Una vez abierta la botella, lo recomendable es consumir el vino en un plazo de unos tres días. Transcurrido este tiempo, los efectos de la oxidación se harán muy patentes. Aunque en el caso de los vinos de Jerez -debido a su elaboración especial- podemos conservarlos un par de días más.
2- La botella abierta es mejor guardarla en la nevera que a temperatura ambiente. ¿Por qué? Recuerda que los cambios bruscos de temperatura son nefastos para el vino, y que el calor aumenta la velocidad de todas las reacciones químicas del vino. Así que si guardamos las botellas en una habitación a 28º, el vino evolucionará rápidamente y morirá pronto. Sin embargo, en la nevera el vino permanece a una temperatura constante.
¿Y qué pasa si metes la botella al congelador? Si te olvidas de sacarla a tiempo y el vino se ha congelado, no te preocupes. Deja que se descongele tranquila y paulatinamente, sin prisa; por ejemplo, colocándolo en la puerta de la nevara. Así evitamos los cambios bruscos y el vino no perderá cualidades.
3- Como decíamos, lo mejor es mantenerlo en la nevera y, cuando lo saques, extraer el aire con herramientas especializadas, como una bomba de vacío. Estas herramientas de uso doméstico están disponibles en Internet y en tiendas especializadas de vino. Encontrarás una amplia gama de productos a precios asequibles concebidos para prolongar la vida del vino más allá de su descorche, como las mencionadas bombas de vacío, tapones especiales (si no tienes, utiliza el corcho original de la botella) y sistemas que permiten rellenar la botella de nitrógeno.
4- Antes del descorche, lo correcto es guardar la botella en posición horizontal (así permitimos el contacto permanente del vino con el corcho). Sin embargo, una vez abierta, guárdala en posición vertical.
5- Mantén las botellas protegidas de la luz directa. La luz del sol acelera las reacciones químicas y el rápido deterioro del vino.