La bodega en casa

La bodega en casa

En la despensa, bajo la escalera, en el trastero o en el desván, cada día más aficionados desean instalar una pequeña bodega doméstica en su domicilio para mantener sus vinos de guarda en las mejores condiciones. Sea cual sea el lugar decidido, se deben tomar unas mínimas precauciones.

El vino de guarda agradece una temperatura constante de entre los 10º C y los 17º C y un porcentaje de humedad aproximado de entre el 70 y el 75%. Estas medidas son difíciles de encontrar en un piso o apartamento que en los meses más cálidos supera los 30º C, salvo si se posee un trastero subterráneo, cada día más frecuentes en los pisos de nueva construcción. Para controlar estas condiciones se deberá instalar un termómetro-higrómetro en la pared y comprobarlo periódicamente.

Existen unos armarios de vino climatizados de muy diversos tamaños que permiten mantener el vino en las condiciones óptimas, incluso diversificando sus cualidades por zonas para establecer diferentes temperaturas para vinos blancos y vinos tintos. De manera natural el aire frío suele instalarse en las zonas inferiores, que se convierten en las más idóneas para la colocación de vinos blancos. Para aquellos que dispongan de un sótano o zona propicia, el problema de la temperatura y de la humedad se puede resolver con pequeños equipos climatizadores.

Los vinos deben conservarse en zonas en penumbra, especialmente los blancos y los espumosos, y la iluminación artificial debe ser suave. Igualmente, evite colocar su bodega cerca de vibraciones, sonidos y olores, ya que perjudicarán la del vino.

Es importante que la bodega sea práctica, por lo que las botellas no deben estar apiladas unas sobre otras, lo que impediría su identificación y complicaría cogerlas sin mover el resto. Todos los botelleros suelen tener espacios individuales para cada botella, lo que permite escogerla sin problemas.

Las botellas deben sacarse siempre de la caja de cartón y colocarse en posición horizontal, lo que permitirá un permanente contacto del vino con el corcho. Algunos vinos blancos jóvenes pueden exigir el mantenimiento en posición vertical.

En definitiva, una bodega debe ser un espacio en penumbra y silencio, sin cambios bruscos de temperatura, donde el vino pueda reposar sin perder sus características propias. Pero recuerda que el vino tiene como fin último su consumo y su disfrute en la : no conviertas tu bodega en un mausoleo.

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