Dehesa de Los Canónigos 2012
Sutileza ribereña
Altamente responsable de la eclosión que vivió la D.O. Ribera del Duero en la década de los noventa, Dehesa de los Canónigos se diferencia por la sutileza y la elegancia que exhiben sus vinos, como Dehesa de Los Canónigos 2012.
Información general
Dehesa de los Canónigos es una de las bodegas insignes para tomarle al pulso a la mejor Ribera del Duero. Una firma de carácter familiar que nació a finales de la década de los ochenta y cuyo gran patrimonio es su excelente viña dominada por la variedad autóctona tempranillo. Dehesa de los Canónigos 2012 es un tinto elaborado mayoritariamente con los racimos de tempranillo que se cultivan en la finca, acompañados con un aporte de cabernet sauvignon, que favorece una mayor longevidad y una evolución más lenta del vino. Está perfeccionado con una crianza de 15 meses en roble.
Situada en pleno corazón de la D.O. Ribera del Duero, en Pesquera de Duero (Valladolid), la finca Dehesa de los Canónicos cuenta con uno de los viñedos más deseados de la región desde la llegada de los primeros predicadores católicos a Castilla y León, y de aquí han salido algunos de los mejores tintos de España.
La familia Sanz Cid es propietaria de la hacienda desde 1931, pero tuvo que llegar la última generación de la saga protagonizada por dos de los cuatro hermanos, Iván (gerencia) y Belén (dirección técnica) para cambiar el rumbo de la propiedad. Conscientes del potencial que alcanzaban sus racimos y que siempre acababan vendiendo a algunas de las bodegas más destacadas de la región, en 1989 deciden crear la bodega Dehesa de los Canónigos para elaborar su propio viñedo, el primero replantado en el Duero tras la filoxera.
Desde entonces, Dehesa de los Canónigos se ha situado como una de las marcas más potentes y prestigiosas de la D.O. Ribera del Duero, elaborando tintos de auténtico culto. Dehesa de Los Canónigos 2012 es ideal para acompañar carnes a la brasa, chuletillas de cordero, cochinillo y quesos curados.
Notas de cata
De color picota de buena capa.
Complejo en nariz, con aromas de fruta madura sazonada, chocolate, cacao, balsámicos y finas maderas.
En boca es equilibrado, sabroso, envolvente, frutal, con la madera integrada y unos taninos elegantes. Paso fluido, amable y maduro. Final largo.
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Características generales
Información general
Dehesa de los Canónigos es una de las bodegas insignes para tomarle al pulso a la mejor Ribera del Duero. Una firma de carácter familiar que nació a finales de la década de los ochenta y cuyo gran patrimonio es su excelente viña dominada por la variedad autóctona tempranillo. Dehesa de los Canónigos 2012 es un tinto elaborado mayoritariamente con los racimos de tempranillo que se cultivan en la finca, acompañados con un aporte de cabernet sauvignon, que favorece una mayor longevidad y una evolución más lenta del vino. Está perfeccionado con una crianza de 15 meses en roble.
Situada en pleno corazón de la D.O. Ribera del Duero, en Pesquera de Duero (Valladolid), la finca Dehesa de los Canónicos cuenta con uno de los viñedos más deseados de la región desde la llegada de los primeros predicadores católicos a Castilla y León, y de aquí han salido algunos de los mejores tintos de España.
La familia Sanz Cid es propietaria de la hacienda desde 1931, pero tuvo que llegar la última generación de la saga protagonizada por dos de los cuatro hermanos, Iván (gerencia) y Belén (dirección técnica) para cambiar el rumbo de la propiedad. Conscientes del potencial que alcanzaban sus racimos y que siempre acababan vendiendo a algunas de las bodegas más destacadas de la región, en 1989 deciden crear la bodega Dehesa de los Canónigos para elaborar su propio viñedo, el primero replantado en el Duero tras la filoxera.
Desde entonces, Dehesa de los Canónigos se ha situado como una de las marcas más potentes y prestigiosas de la D.O. Ribera del Duero, elaborando tintos de auténtico culto. Dehesa de Los Canónigos 2012 es ideal para acompañar carnes a la brasa, chuletillas de cordero, cochinillo y quesos curados.
Notas de cata
De color picota de buena capa.
Complejo en nariz, con aromas de fruta madura sazonada, chocolate, cacao, balsámicos y finas maderas.
En boca es equilibrado, sabroso, envolvente, frutal, con la madera integrada y unos taninos elegantes. Paso fluido, amable y maduro. Final largo.