Vino petit verdot, pura intensidad
La uva petit verdot no es profeta en su tierra. En el suroeste de Francia, de donde es originaria, tiene algún que otro problema para madurar a tiempo y por eso no está considerada uva principal. Es raro encontrar allí vino Petit Verdot sin presencia de otras varietales.
Tradicionalmente se ha utilizado en los grandes vinos de Burdeos combinada con otras variedades, como la cabernet sauvignon, pero sólo en una pequeña proporción para aportar a la mezcla cierto nervio, cuerpo y color.
Menos de un 10 por ciento de petit verdot basta para conferir a un vino importantes aromas, taninos e incluso elevar su graduación alcohólica.
Se podría decir que a esta uva le van más los climas cálidos que el frescor de su Francia natal. En España, por ejemplo, gracias a las largas horas de sol y a nuestras temperaturas medias más altas, madura a sus anchas. Nace con un grano pequeño y oscuro que promete color y potencia, y a partir de ella se obtienen monovarietales muy interesantes.
Desde su aparición en España en la década de los noventa, su uso se ha generalizado por todo el mapa nacional. Hoy en día es una variedad autorizada en Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Murcia y Comunidad Valenciana.
En el resto del mundo, esta pequeña francesa también se ha ido aclimatando. Algunos países, al igual que el suyo, la usan para potenciar otros vinos, como sucede en Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda o Australia. En otros, poco a poco ha ido ganando reputación como varietal independiente, tal y como sucede en México, Bolivia o Argentina.
Cómo son los vinos petit verdot
Esta uva oscura y tardía produce, cuando se recoge en su punto óptimo de maduración, resultados excepcionales. Los vinos petit verdot son de color intenso, con cuerpo. Sus aromas evocan frutas rojas cuando son jóvenes, y de cerezas y ciruelas maduras cuando tienen algo de crianza.
A la vista son intensos y brillantes y adquieren tonos violáceos si han pasado por barrica. Cuando los descorchas, surgen los aromas frutales mezclados con notas minerales.
Suelen ser voluminosos y carnosos, con un abanico complejo de sabores que se amplía con el envejecimiento en madera. Es ahí cuando a la característica fruta negra se le suman matices de vainilla, regaliz y especias, fundamentalmente pimienta negra.
Como todo lo que madura tarde, envejece con gracia, revelando sutiles atributos con el paso del tiempo.
Pero no podemos hablar de un carácter único de los vinos elaborados con esta vinífera. Desde los viñedos soleados de California hasta nuestras zonas vinícolas españolas, pasando por Sudamérica y Oceanía, los vinos petit verdot componen una familia extensísima, con mil y un miembros diferentes sólo emparentados por su carácter robusto y expresivo y un excelente potencial de envejecimiento.
Tres vinos creados con esta uva que no te puedes perder
Estos son tres vinos de petit verdot españoles que reúnen los atributos propios de la variedad: complejidad, volumen, expresividad y potencial para evolucionar en el tiempo. ¡Salud!