Características generales
Información general
Parxet nace en 1920 en Tiana, un pequeño pueblo situado entre colinas cercanas al mar a escasos kilómetros al norte de Barcelona. Creada por la familia Suñol, su acierto en la aplicación del método champanoise para elaborar cavas les llevó a ampliar horizontes hacia la elaboración de vinos tranquilos. En 1980 se construye en Santa María de Martorelles una bella bodega con modernas instalaciones de estilo californiano para la elaboración de vinos de calidad. El impulsor de su creación fue Ismael Manaut, que implicó al actual Marqués de Alella en el proyecto para poder poner su nombre a ese nuevo vino. Parxet se interesa de inmediato en el proyecto e inicia así una relación que acabará con la fusión de ambas bodegas. El carácter minifundista de la zona de Alella y sus pequeñas proporciones (toda la D.O. ocupa 400 hectáreas, extensión similar al viñedo particular de muchos bodegueros riojanos) hizo compleja la reunión de una buena extensión de viñedo en la finca de Marqués de Alella, donde se cultivan las autóctonas Pansa Blanca (variedad genuina de Alella), Macabeo y Parellada, además de las internacionales Chardonnay y Pinot Noir. Además, los viñedos han tenidos que luchar contra el irresistible crecimiento urbanístico. De hecho, se adquirieron los terrenos para sus cultivos comprando a precios de suelo urbano. Pero finalmente consiguieron crear un escenario magnífico, silencioso y pintoresco donde se sitúa esta bodega de líneas contemporáneas, con estructura de ladrillo visto y cristal que supone un interesante contrapunto con la cercana casa de labranza catalana del siglo XVIII Can Matons realizada en sólidas piedras centenarias. En el interior cuenta con todos los recursos para que la elaboración del vino sea impecable. Desde el principio apostaron por los depósitos de acero inoxidable, instalándolos en bodega y siendo una de las primeras casas catalanas que los implantaron. Los ruidos de las bombas de trasiego y del tren de embotellado parecen amortiguarse para que nada altere la paz reinante en este pequeño reino de Taifas y la tecnología punta se oculta tras la belleza de un paisaje único. La D.O. Alella es una de las más pequeñas de Europa. Recorrida por una sierra que la divide, parte de sus viñedos miran al mar, dejándose suavizar por esa fuerte influencia mediterránea. Al otro lado de la sierra, los viñedos adquieren un estilo más septentrional, lo que posibilita la combinación maestra de cultivos según esos microclimas. Situados en a una altitud baja con respecto a lo que marcan las normas de viticultura, los frutos maduran lentamente matizado su desarrollo por el frescor húmedo de las brisas del mar. Esto no es impedimento para que los blancos de esta pequeña denominación están considerados como unos de los mejores de España. Sus escasas producciones no permiten una gran popularización de sus vinos per los múltiples reconocimientos otorgados por crítica y certámenes internacionales avalan la calidad de los inigualables blancos de Alella.Notas de cata
De color amarillo dorado.
En nariz ofrece elegantes aromas, con recuerdos de a frutos blancos y especias.
En boca presenta una justa acidez, es fresco, con un final agradablemente dulce.