Preludio de Sei Solo 2017
Elegancia y personalidad desde Ribera del Duero
Información general
Desde el corazón de la Ribera del Duero, en el municipio burgalés de La Horra, te presentamos uno de los tintos con más personalidad y elegancia de la denominación, Preludio de Sei Solo 2017. Un vino procedente de cepas que hunden sus raíces en este término municipal y que también cuenta con una aportación muy interesante de viñedos viejos situados en dos pueblos de gran personalidad, Moradillo y Gumiel de Izán.
Se trata de un tinto excepcional para disfrutar de la Ribera más auténtica, donde la viña es la máxima protagonista. Viñedos de rendimiento ínfimo, que ronda los 1500 kg por hectárea, donde la D.O. permite cosechar hasta 7000 kg en una vendimia normal. Un lujo al alcance de unos pocos debido a su limitada producción. Este vino tiene una meditada crianza de 20 meses en barricas de roble francés de 225, 500 y 600 litros. Esta especialísima combinación de diferentes volúmenes de barricas es característica de esta bodega y confiere a sus vinos una personalidad única en la Ribera del Duero.
El nombre de la bodega evoca la pasión de Zaccagnini por la música clásica y es un homenaje a Johann Sebastian Bach. Sei Solo se corresponde con las dos primeras palabras de la partitura de las seis “Sonatas y partitas para violín solo” que compuso el genio sajón en 1720. Desde hace poco más de cinco años, su hijo Michael, con experiencia en Borgoña, Burdeos y Nueva Zelanda asume la dirección técnica y colabora con su padre en la enología de esta bodega cuyos elegantes vinos no te debes perder.
Notas de cata
Precioso color rojo cereza picota madura con ribete granate intenso, vivo, brillante y de capa alta.
En nariz despliega, en los primeros instantes, elegantes notas especiadas y de monte bajo, que dejan paso a potentes aromas de frutos negros maduros (arándanos y casis) para proseguir con delicadas reminiscencias ahumadas y de algarroba.
En boca aparece carnoso y sabroso. Desarrolla un tanino maduro, noble y con expresión, pero perfectamente integrado en el paso, resultando un conjunto de gran armonía, equilibrio y finura. Muy bien estructurado y con una buena acidez, que le permitirá una larga evolución en botella. Gustativamente, posee un excelente carácter frutal que permanece en perfecto equilibrio con las suaves notas aportadas por la barrica. Compleja persistencia final de muy larga duración, con ecos de frutas negras y de chocolate. Una añada complicada que demuestra porqué este vino está entre los mejores vinos de la Ribera del Duero: personalidad, equilibrio y elegancia.
Opinión de sus Creadores
"Sei Solo es un proyecto que inicié en 2007, a partir de cuatro pequeñas parcelas de viñedo viejo que adquirí en 2004 en mi pueblo favorito de la Ribera del Duero, La Horra. Mi intención era elaborar un vino que, sin dejar de ser un Ribera del Duero, tuviera una personalidad propia, distinta del estilo concentrado habitual; y que ofreciese un perfil acorde con mis gustos personales, inclinándose hacia la finura, los matices y la elegancia. Todo ello, aunque esto supusiese menos estructura, menos intensidad tánica y menos presencia de la madera. Para ello fui probando diferentes maneras de elaborar y de criar en barricas, buscando el camino hacia ese perfil que deseaba. Tras cinco años de ir afinando el proceso, poco a poco, en 2011 estimé haber llegado a obtener un vino que satisfizo mis premisas iniciales. Desde entonces elaboro mis vinos de esta manera."
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Características generales

Información general
Desde el corazón de la Ribera del Duero, en el municipio burgalés de La Horra, te presentamos uno de los tintos con más personalidad y elegancia de la denominación, Preludio de Sei Solo 2017. Un vino procedente de cepas que hunden sus raíces en este término municipal y que también cuenta con una aportación muy interesante de viñedos viejos situados en dos pueblos de gran personalidad, Moradillo y Gumiel de Izán.
Se trata de un tinto excepcional para disfrutar de la Ribera más auténtica, donde la viña es la máxima protagonista. Viñedos de rendimiento ínfimo, que ronda los 1500 kg por hectárea, donde la D.O. permite cosechar hasta 7000 kg en una vendimia normal. Un lujo al alcance de unos pocos debido a su limitada producción. Este vino tiene una meditada crianza de 20 meses en barricas de roble francés de 225, 500 y 600 litros. Esta especialísima combinación de diferentes volúmenes de barricas es característica de esta bodega y confiere a sus vinos una personalidad única en la Ribera del Duero.
El nombre de la bodega evoca la pasión de Zaccagnini por la música clásica y es un homenaje a Johann Sebastian Bach. Sei Solo se corresponde con las dos primeras palabras de la partitura de las seis “Sonatas y partitas para violín solo” que compuso el genio sajón en 1720. Desde hace poco más de cinco años, su hijo Michael, con experiencia en Borgoña, Burdeos y Nueva Zelanda asume la dirección técnica y colabora con su padre en la enología de esta bodega cuyos elegantes vinos no te debes perder.

Notas de cata
Precioso color rojo cereza picota madura con ribete granate intenso, vivo, brillante y de capa alta.
En nariz despliega, en los primeros instantes, elegantes notas especiadas y de monte bajo, que dejan paso a potentes aromas de frutos negros maduros (arándanos y casis) para proseguir con delicadas reminiscencias ahumadas y de algarroba.
En boca aparece carnoso y sabroso. Desarrolla un tanino maduro, noble y con expresión, pero perfectamente integrado en el paso, resultando un conjunto de gran armonía, equilibrio y finura. Muy bien estructurado y con una buena acidez, que le permitirá una larga evolución en botella. Gustativamente, posee un excelente carácter frutal que permanece en perfecto equilibrio con las suaves notas aportadas por la barrica. Compleja persistencia final de muy larga duración, con ecos de frutas negras y de chocolate. Una añada complicada que demuestra porqué este vino está entre los mejores vinos de la Ribera del Duero: personalidad, equilibrio y elegancia.

Opinión de sus Creadores
"Sei Solo es un proyecto que inicié en 2007, a partir de cuatro pequeñas parcelas de viñedo viejo que adquirí en 2004 en mi pueblo favorito de la Ribera del Duero, La Horra. Mi intención era elaborar un vino que, sin dejar de ser un Ribera del Duero, tuviera una personalidad propia, distinta del estilo concentrado habitual; y que ofreciese un perfil acorde con mis gustos personales, inclinándose hacia la finura, los matices y la elegancia. Todo ello, aunque esto supusiese menos estructura, menos intensidad tánica y menos presencia de la madera. Para ello fui probando diferentes maneras de elaborar y de criar en barricas, buscando el camino hacia ese perfil que deseaba. Tras cinco años de ir afinando el proceso, poco a poco, en 2011 estimé haber llegado a obtener un vino que satisfizo mis premisas iniciales. Desde entonces elaboro mis vinos de esta manera."