En este post vamos a ver dos uvas locales de lo más originales, con las que se crean algunos de los vinos riojanos del siglo XXI: la maturana tinta y la tempranillo blanco. Unas variedades con un futuro muy prometedor. ¡Vamos a conocerlas más!

MATURANA TINTA. Resulta que es una uva con muy poca extensión de cultivo, tan sólo representa el 0,3% de las casi 66.000 hectáreas de los viñedos de la D.O.Ca. Rioja. ¿Y cómo la puedes reconocer? Tiene un racimo pequeño y compacto. Pero, además, con ella se crean vinos con colores muy intensos, tiene muchos antocianos, buena estructura y elevada acidez.

Se trata de una vinífera con mucha historia, recuperada en las últimas décadas. De hecho, no se suele elaborar un vino sólo con la maturana tinta, combina muy bien con la tempranillo. Y un ejemplo claro es la Obra Maestra de diciembre 2020, Finca Valpiedra Reserva 2014, un ‘coupage' con la tempranillo como protagonista, complementada con un toque de graciano y algo de maturana tinta. Este toque de maturana le da al vino una personalidad única que no te puedes perder.

TEMPRANILLO BLANCO. Otra de las rarezas del viñedo riojano que ya cuenta con muchos convencidos es la tempranillo blanco. La superficie de viña de variedades blancas representa en Rioja un 9% del total del viñedo, con unas 6.000 hectáreas. Un 68% aproximadamente lo ocupa la viura, la reina de las blancas riojanas. En segundo lugar, y a una gran distancia, se encuentra la tempranillo blanco, con una extensión de casi el 13% en la viña blanca.

La tempranillo blanco tiene pocos años de existencia; es, de hecho, la última uva descubierta en Rioja y la más joven de las variedades acogidas al consejo regulador.

Y, ¿quién descubrió esta nueva variedad? Fue Jesús Galilea Esteban, quien en la cosecha de 1988 descubrió en su viñedo de Murillo de Río Leza un racimo de uvas blancas nacido de una de sus plantas de tempranillo. Contactó con la agencia gubernamental de La Rioja CIDA. y aquí aprovecharon los sarmientos, que injertaron en febrero de 1989, pocos meses después. Nacía así la variedad tempranillo blanco, que hoy en día ya ocupa más de 750 hectáreas de viñedo cultivado en la D.O.Ca. Rioja.

La tempranillo banco es una mutación, como también lo son la garnacha peluda o la xarel.lo vermell. Pero, sobre todo, es una variedad que ofrece muchas posibilidades y de la que tenemos la suerte de disfrutar.

¿Y qué tiene de especial a parte de lo ya contado? Ofrece unas características aromáticas diferentes a las de otras blancas riojanas, tiene aromas a frutas cítricas y tropicales y sus notas florales, además de tener un equilibrio, estructura y persistencia únicos. Si quieres conocer esta variedad prueba Valdebarón 2018. ¡Te encantará!