Qué es el brandy: origen, elaboración y características
¿Qué es el brandy? Sin duda se trata de una bebida que goza de mucha popularidad y que, por su sabor y aroma, gusta a un gran número de consumidores. Pero… ¿realmente se conoce a fondo? ¿Sabrían explicar sus adeptos cómo se hace o de dónde proviene?
Si te cuentas entre los que albergan dudas, déjanos echarte un cable con este post en el que intentaremos resolver las más comunes.
Con qué se hace el brandy
El brandy (o brandi) es una bebida espirituosa que se obtiene destilando vino. Su nombre es británico, pero procede del holandés “brandewijn”, que significa vino quemado, en alusión al origen de su elaboración.
Entre los siglos XV y XVI se empezó a destilar el vino en alambiques a fin de reducir su volumen y ahorrar espacio e impuestos en el comercio marítimo. De hecho, para obtener un litro de brandy se requieren aproximadamente tres de vino.
Al eliminar el agua mediante la destilación (o “quemado”) el vino no sólo abultaba menos, sino que se conservaba mejor durante su viaje por mar en barriles de madera.
Pronto se constató que, tras su periplo en estos recipientes, adquiría un sabor y unos matices aromáticos magníficos, muy diferentes a los del vino original. Este preciado bebedizo es el brandy.
El proceso de elaboración
Para entender cómo se hace el brandy debemos distinguir dos fases: la destilación y el envejecimiento.
El primer paso consiste en calentar el vino en un alambique, o bien en una columna de destilación, para que se condense por evaporación del agua. De este proceso se obtienen las holandas, que es como se llama al extracto de vino sin envejecer, transparente e incoloro.
El tono marrón, el sabor y el aroma se lo confieren al brandy las barricas de roble donde reposará después (aunque algunos brandis están “trucados” con caramelo para simular estos efectos de la madera). Esta fase de envejecimiento —que puede durar desde unos meses a varios años— determinará el perfil del brandy resultante.
Normalmente, una vez que el brandy ha envejecido lo suficiente se mezclan diferentes barricas para conseguir un producto más homogéneo. Antes del embotellado pueden también combinarse brandis de varias añadas.
Diferencias entre brandy y coñac
Una de las dudas más frecuentes es si es lo mismo brandy que coñac. La respuesta es no. El coñac es un tipo específico de brandy que proviene de la región francesa de Cognac, en Francia, y debe cumplir con ciertas regulaciones para ser clasificado como tal. Por lo tanto, aunque todos los coñacs son brandis, no todos los brandis son coñacs.
Actualmente se producen brandis por todo el mundo y con muchas varietales. El coñac se elabora al norte de Burdeos con uva blanca de tres variedades (ugni blanc, folle blanche y colombard) y se envejece en barricas de roble francés.
En la región de Armagnac, al sur del país galo, se produce también un célebre brandy con su mismo nombre, armagnac (o armañac, en español). Al destilarse sólo una vez resulta más fuerte y oscuro que el coñac que, a causa de sus dos destilaciones consecutivas, se muestra más liviano y fino.
El origen geográfico del brandy
No se puede asegurar exactamente de dónde proviene el brandy, pero su origen se sitúa con certeza en Europa. Es muy posible que se comenzara a elaborar casi simultáneamente en varios lugares, en especial en países con larga tradición vinícola, como Francia, Italia y España.
Desde el continente europeo, por mor de la expansión colonizadora, se propagó por tierra y mar. En nuestros días podemos encontrar excelentes brandis diseminados por todo el orbe, incluyendo países tan distantes entre sí como Estados Unidos, Perú, Armenia o Sudáfrica.
El brandy español
En España se elabora brandy en muchas zonas, aunque sólo en dos con sello de Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.): Penedés y Jerez. Este último es el más reputado por su tradición y peculiar sistema de envejecimiento dinámico en criaderas y soleras.
En Jerez se emplea mayoritariamente vino de uva airén —aunque también está admitida la palomino— que, tras ser destilado, envejecerá en botas de roble durante un período que puede oscilar desde 6 meses hasta 50 años.
El sabor del brandy
Pese a que pueda alcanzar una graduación alcohólica del 60%, el grueso de los brandis presenta entre un 36 y un 40% de volumen de alcohol. Por este motivo, el sabor de este destilado es más sutil que el de los orujos y otros aguardientes.
Pero, ¿a qué sabe el brandy? Su gusto puede variar mucho en función del tipo de elaboración y envejecimiento, pero generalmente posee un sabor afrutado y semidulce que recuerda mucho a uvas pasas.
Los brandis más envejecidos pueden presentar sabores más complejos cedidos por las barricas, como vainilla, caramelo, frutos secos o pan tostado.
Cómo disfrutarlo
Tradicionalmente el brandy se toma solo, preferiblemente en copa de balón. Su interior abombado permite que los aromas se desplieguen y la boca estrecha los mantiene dentro. Aunque lo habitual es beberlo a temperatura ambiente, hay quien añade hielo y quien, por el contrario, lo prefiere caliente, con el sabor más concentrado.
En cuanto a con qué mezclar el brandy, hay varias opciones para disfrutarlo. Puede combinarse con café, zumo de naranja, ginger ale o cola. También se usa en cócteles como el Brandy Alexander, el Lumumba o el Sidecar.
El brandy es una bebida que hace honor a aquella de la que procede: el vino. Frío o caliente, solo o combinado, no dejes de disfrutar de su peculiar sabor y del resto de las cualidades que conforman este trago elegante y sutil.