¿Tendencias en el mundo del vino? El mundo del vino está en constante movimiento y, sin caer en la superficialidad, siempre podemos hablar de ciertos movimientos. Repasamos en este post 6 de las tendencias que en los últimos tiempos se han colado en el sector vitivinícola.

1. El ‘boom' de los vinos espumosos.

Aumenta el consumo de vinos espumosos, en todas sus expresiones y orígenes. Ya no se reserva esta bebida para una ocasión especial, sino que se consume cualquier día de la semana.

Por otro lado, si lo tradicional era descorchar una botella de cava o champán al final de la comida, con los postres, esta opción está pasando a ser una vieja costumbre gastronómica. Una de las tendencias que se impone es tomarlos como entrada o para acompañar a todo un menú.

La oferta de este tipo de vinos se enriquece por momentos en España. Merecen especial atención los cavas secos más jóvenes -cada día mejor elaborados-, los cavas reservas y los de añada; sin olvidarnos de aquellos que tienen como protagonistas a los varietales foráneos pinot noir o chardonnay.

2. Crece el enoturismo.

Uno de los pilares del futuro será el enoturismo, una herramienta ideal de las bodegas para trabajar el conocimiento de marca y difundir la cultura del vino. Los informes confirman que las bodegas reciben cada vez mayor número de visitas. En este sentido, Rioja se consolida como la región vitivinícola líder de España.

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3. Inclinación hacia la sostenibilidad, ecología y vinos naturales.

Sostenibilidad, ecología, biodinámica, vinos naturales… Todos conceptos que están de moda, y es que tanto las bodegas como los consumidores han tomado mayor conciencia medioambiental.

Los vinos ecológicos están certificados por la Unión Europea, concretamente por el Consejo Regulador de Agricultura Ecológica CRAE. Y los puedes identificar porque en su etiqueta aparece un distintivo: la ECO–HOJA. Este sello garantiza que tanto el cultivo de las uvas y como la elaboración se han desarrollado según una serie de procedimientos y normas que respetan el medio ambiente, como evitar el uso de los productos químicos de síntesis en las viñas (abonos químicos, pesticidas, fertilizantes, plaguicidas sintéticos, etc.)

En cuanto a los vinos naturales, no existe una regulación, se trata más bien de una filosofía que apuesta por una elaboración lo menos intervencionista posible: no utilizan levaduras seleccionadas, no añaden sulfuroso en ningún momento de la vinificación, y evitan los procesos de la clarificación y el filtrado.

4. Preferencia por las variedades locales.

Las variedades autóctonas también marcan tendencias. Para muchos elaboradores, son estas castas las que dan identidad a una zona. Así, muchas uvas locales han sido felizmente rescatadas para protagonizar las mejores elaboraciones de sus respectivas zonas de producción. Solo han necesitado que se aplique mayor cuidado del viñedo y técnicas de elaboración más avanzadas para demostrar todo su potencial.

5. Predilección por los viñedos en altura.

Hace apenas dos décadas, plantar viñas a una altura de 1000 m se consideraba casi ‘de locos' por el riesgo que conllevaba su cultivo. Sin embargo, en el actual contexto de cambio climático, los vinos de altura cotizan al alza. A altitudes elevadas las cepas reciben menos calor, y ese ambiente más fresco permite a las uvas permanecer más tiempo en la planta, es decir, madurar de forma más lenta. Y por tanto, una mayor calidad final.

6. Regresa el hormigón como recipiente.

Antiguamente los lagares de hormigón dominaban en las bodegas, hasta que se impuso el acero inoxidable. Ahora vuelve a estar entre las tendencias, ya que aumenta el número de vinos que fermentan o envejecen en depósitos de hormigón. Como ventaja, las bodegas esgrimen que este material permite la microoxigenación del vino y que envejezca sin adquirir aromas y sabores de la madera.