La variedad de uva Garnacha, también conocida como Grenache en otros países, ha cautivado a enólogos y amantes del vino a lo largo de los siglos con su encanto y versatilidad. Originaria de las cálidas tierras mediterráneas, esta cepa ha trascendido fronteras para florecer en diversos rincones del mundo vitivinícola ¡Descubre con nosotros todas sus peculiaridades!

Historia de la uva Garnacha

La uva Garnacha tiene sus raíces en la antigüedad, con evidencia de su cultivo en diversas regiones mediterráneas desde hace siglos. La primera referencia sobre el origen de esta uva es un escrito de Alonso de Herrera de 1513 en el que menciona una variedad llamada “Aragonés”, la cual según varios expertos se corresponde con la Garnacha. Desde luego, fue la Corona de Aragón la que expandió la Garnacha por el mundo entre los siglos XII y XVII. Desde la región de Aragón en España hasta el sur de Francia, esta cepa ha desempeñado un papel esencial en la producción de vinos con carácter y personalidad distintiva.

El catedrático de viticultura de La Universidad de La Rioja, Fernando Martínez de Toda, señala que “el gran despegue de la Garnacha se produjo a mediados del siglo XIX, hacia 1850 cuando llegó el oídio, una enfermedad a la que la Garnacha demostró una resistencia mayor que otras variedades y por eso empezó a plantarse en mayor medida.” Sin embargo, a finales del siglo XX se produjo un declive que llevó a asociar la Garnacha a vinos de poca calidad. Actualmente, la Garnacha vuelve a vivir un momento de esplendor tanto a nivel nacional como internacional.

¿Por qué la variedad de uva Garnacha es tan especial?

Se trata de una planta de alta productividad, la uva Garnacha destaca por su resistencia a climas adversos y su capacidad para adaptarse a diversas condiciones de suelo. Sus racimos sueltos y uvas de piel gruesa la hacen idónea para la elaboración de tintos y rosados de calidad. Además, su alto contenido de azúcar convierte a la Garnacha en una opción ideal para vinos dulces y fortificados.

La Garnacha tiene algunas variaciones dentro de su género y podemos encontrar: Garnacha tintorera, de piel roja intensa y pulpa teñida, rara entre las tintas por su interior rojo, produce vinos con gran color y cuerpo, con notas de frutas rojas y especias; Garnacha Blanca, variedad de uva blanca apreciada por su frescura y aroma floral, da lugar a vinos suaves con toques de frutas tropicales y notas herbáceas; y Garnacha Peluda, conocida por su piel cubierta de “pelitos”, esta variedad tinta es de las más antiguas de España. Sus vinos son afrutados y frescos, con un perfil aromático distintivo.

Sabor y Aroma

Los vinos elaborados a partir de la uva Garnacha ofrecen una experiencia sensorial inigualable. En los tintos es común encontrar sabores intensos de frutos rojos y negros maduros, con matices especiados y toques de regaliz. Los vinos rosados deslumbran con notas de fresas y cerezas, mientras que los vinos dulces despliegan una armoniosa dulzura con matices de miel y frutos secos.

Regiones de Cultivo

La uva Garnacha se ha expandido a lo largo y ancho del globo, prosperando en distintas regiones vitivinícolas. En España, la Garnacha tiene una larga tradición y amplia presencia en Aragón, Priorat, Navarra y La Rioja. En Francia, el Valle del Ródano y el sur del país son los hogares de excelentes vinos Garnacha. Asimismo, países como Australia y Estados Unidos también han adoptado esta variedad, creando vinos interesantes.

Nuestras recomendaciones de vinos de uva Garnacha:

En España la garnacha ocupa el tercer puesto en el ranking de superficie total de variedades tintas, detrás de la tempranillo y la bobal. Estas son algunas de las referencias que te harán disfrutar al máximo de esta variedad:

• FIGUERALS GARNACHA 2017. forma parte de la colección de vinos más artesanales, intuitivos y libres de la bodega tarraconense Josep Grau Viticultor. El singular terruño de origen, tres hectáreas de viñas viejas en suelos arcillosos y calcáreos, a 280 metros de altitud en La Serra d'Almos, y la viticultura ecológica aplicada al mismo marca la personalidad de este monovarietal de garnacha fresco, balsámico y mineral.
• INITIO 2017. La D.O. Vinos de Madrid se está convirtiendo en una fuente inagotable de sorpresas. Aquí, Las Moradas de San Martín fue pionera en la recuperación de garnachas viejas en el entorno de la Sierra de Gredos. Y los reconocimientos para esta pequeña bodega no tardaron en llegar. Initio 2017 es un vino ecológico diseñado con viñedos de secano de entre 50 y 112 años, cultivados a 900 m.
• LA MUJER CAÑÓN 2019. Uno de los grandes tintos de garnacha nacidos del proyecto Uvas Felices, un vino elegante y fresco que en cosechas anteriores ha recibido 94 puntos Parker. Viñedos de entre 60 y 70 años de edad, situados a 900 metros de altitud, alumbraron un vino complejo y equilibrado, redondeado con una meditada crianza de 14 meses en barrica.
• PARAJES DE LOS VIDRIOS GARNACHA 2018. Las garnachas de la Sierra de Gredos llevan un tiempo en el foco internacional. Vinos muy largos, frescos y de paso amable que encandilan a la crítica, como Parajes de los Vidrios Garnacha 2018, con 90 puntos Parker. Elaborado con cepas de entre 60 y 100 años ubicadas en altura, ha permanecido 9 meses en barricas de roble francés de 500 l.
• LA MIRANDA DE SECASTILLA 2019. Un tinto de corte actual que parte de una variedad con arraigo ancestral en tierras aragonesas: la garnacha. Elaborado por Viñas del Vero con su viñedo más septentrional: Secastilla. Cepas viejas que crecen en el Valle de Secastilla y conforman el viñedo a mayor altitud del Somontano. Con esta materia prima se diseña un tinto que es un referente de los vinos de garnacha de la denominación.

La uva Garnacha ha dejado una huella imborrable en el mundo del vino. Su rica historia, características únicas, y delicioso sabor y aroma la convierten en una de las cepas más queridas por los amantes del vino. No lo dudes, ¡descubre los vinos de Garnacha!