Burdeos y Borgoña, comparativa de dos gigantes del vino mundial

Burdeos versus Borgoña

Franceses ambos territorios, Burdeos y Borgoña son las dos zonas del mundo más prestigiadas y reconocidas cuando de vinos hablamos: Burdeos por sus vinos tintos, y Borgoña por sus blancos.  

La primera, Burdeos, se localiza al oeste de Francia. Por su parte, Borgoña es una región del centro-noreste del país, situada entre el valle del Loira, Auvernia, Ródano-Alpes y Alsacia. 

Entender estos territorios vitícolas conlleva una cierta dificultad a causa de la diversidad de zonas y subregiones que los conforman. Esta complejidad no resta ni un ápice a su fama, pues Burdeos y Borgoña son sinónimo de éxito en cualquier mercado del mundo. Dicho esto, no está de más apuntar que, como sucede en nuestro país, no todos los vinos de Burdeos y Borgoña son iguales en cuanto a calidad se refiere.  

También hay que recordar que en ambas regiones se producen tintos y blancos, si bien el prestigio de Burdeos se debe a las elaboraciones tintas, y a los blancos en el caso de Borgoña.  

La región de Burdeos 
 

En Burdeos más del 90% de sus referencias son tintas, diseñadas principalmente con las variedades cabernet sauvignon, merlot y cabernet franc, aunque también emplean petit verdot y malbec.  

Una de las señas de identidad de los tintos bordeleses es que suelen ser mezcla de variedades, no monovarietales. Y ello supone otra diferencia reseñable respecto a Borgoña, donde predominan los monovarietales. 

Los vinos bordeleses proceden de más de sesenta denominaciones o AOC (Apellation d’Origine Contrôlée), que es como se identifican en Francia. Al mismo tiempo, la región de Burdeos se divide en subregiones delimitadas por el margen del río en el que estén sus viñedos. Y es que Burdeos se localiza entre dos de los ríos más importantes del país: el Dordogne y el Garonne.  

Así, sus principales zonas de cultivo son tres:  
-La rive gauche, a la izquierda del Garonne, donde están, entre otras denominaciones, Médoc, Graves, Sauternes o Margaux.  
-La rive droite, a la derecha del Dordogne, con Saint Émilion y Pomerol entre sus AOC destacadas. 
Entre Deux Mers, esto es, “entre los dos ríos”. En la orilla izquierda, al oeste del Garona, predominan los suelos compuestos por gravas. Mientras que en la orilla derecha, se pueden encontrar suelos arcillo-calcáreos.  

En general, es un territorio con predominio del clima atlántico y que ofrece vinos con buena acidez y estructura.  

La región de Borgoña 

Borgoña, con capital en la también popular ciudad de Dijon (famosa por la mostaza), se sitúa en el centro-noreste de Francia, bastante cerca de Champagne. En su caso tiene un clima continental, y disfruta de un subsuelo calcáreo con fósiles marinos y un suelo rico en minerales, fruto de un pasado en el que la región estuvo cubierta por una laguna (hace millones de años).  

En Borgoña reinan los monovarietales de chardonnay, su uva blanca principal. Junto a esta, se cultivan otras variedades blancas como pinot gris y sauvignon blanc. También acoge viñedos de las variedades tintas pinot noir y gamay. Hay que resaltar que la pinot noir da origen a prestigiosos tintos borgoñones. 
 

El viñedo en esta región se sitúa al norte del valle del Ródano, desde el norte de Chablis (sin incluirlo) hasta el sur de la región de Mâcon, y se reparte por zonas de producción muy diversas. El terroir es muy variado, con unas condiciones geológicas y climáticas concretas y, generalmente, con su propia historia. Es la razón por la que el suelo (terroir) del que proceden es el que da nombre a los vinos. Los viñedos de Borgoña son históricos, y desdese hace siglos se mantiene el sistema de considerar (y categorizar) cada parcela por separado.  

No obstante, se pueden delimitar cinco zonas de producción en Borgoña: Chablis y el Grand Auxerrois (en Yonne); La Côte de Nuits y La Côte de Beaune (ambas en Côte d’Or, una al norte y la otra al sur, respectivamente); y después La Côte Chalonnaise y El Mâconnais, las dos en Saône et Loire.  

 
Además, y como excepción en Francia, todas las viñas están clasificadas como Appellation d’Origine Contrôlée (AOC)… la dificultad reside en que la región suma 84 AOC’s.  

Dicho esto, los viñedos a los que Borgoña debe su fama internacional se localizan en una estrecha franja entre Dijon y Chagny, la zona considerada la côte d´or, con vecinos tan prestigiados como Montrachet, Romanée-Conti, Chablis Grand Cru, Chevalier-Montrachet o Charmes-Chambertin.  

Algunas recomendaciones  
 

Visitadas ambas regiones, te recomendamos dos tintos y dos blancos para acercarte a estos territorios franceses desde sus uvas principales.  

Mouton Cadet Rouge 2022 

Elaborado por la prestigiosa casa Baron Philippe de Rothschild, una de la familias más importantes del mundo del vino. Este tinto bordelés es una mezcla de cabernet franc, cabernet sauvignon y merlot. Y tiene una crianza de 18 meses en barricas francesas. Un vino expresivo, frutal, elegante y fresco en la boca. 

Jean-Pierre Moueix Bordeaux 2019  

Este segundo tinto es un ‘coupage’ de merlot con un 25% de cabernet franc, y ha tenido una crianza de casi tres años en tinas de roble francés. Equilibrado, con destacada presencia de notas de fruta y especiadas en nariz, seguida de una boca corpulenta y larga. Su artífice es otra bodega familiar de larga tradición en la zona, Établissements Jean-Pierre Moueix. 

Domaine Rapet Pernand-Vergelesses Les Combottes 2020 

Desde la región de Borgoña, este blanco procede del excepcional viñedo Les Combottes, dentro del premier cru Pernand-Vergelesses. Un chardonnay con un año de crianza sobre lías en roble francés. Aromático (especias, notas melosas), jugoso en la boca, donde se muestra amable y tiene larga persistencia.  

Joseph Drouhin Mâcon-Villages 2022 

Otro monovarietal de chardonnay, de viñedos al sur de Borgoña, no lejos de Pouilly-Fuissé, plantados sobre suelos arcillo-calcáreos. Ha realizado su crianza en acero inoxidable durante 6-8 meses en contacto con las lías. Un blanco frutal y floral, agradable y directo en boca, con una capacidad de guarda de 1 a 3 años. Lo firma la Maison Joseph Drouhin. 

 
En definitiva, estamos ante dos zonas que, con sus respectivas filosofías, variedades y estilos, representan la máxima calidad del vino galo. 

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