El ciclo de la viña mes a mes

A lo largo de las estaciones del año el paisaje del viñedo cambia de aspecto y color en función del ciclo de la viña. Las cepas evolucionan mes a mes y, si se les procuran los cuidados adecuados, producen una cosecha de calidad con la que elaborar el preciado vino

En nuestro hemisferio Norte este ciclo natural va desde el principio de la primavera hasta el otoño, que es cuando se recogen las uvas. Por el contrario, en la otra mitad de la Tierra la planta comienza a amanecer en otoño y ofrece sus frutos en primavera. 

Un caso curioso es el de las zonas tropicales. Si no se baja nunca de los 12ºC el ciclo vegetativo de la vid no se interrumpe en ningún momento. Por este motivo, en algunos países donde las temperaturas se sitúan entre los 20 y los 35ºC todo el año, las plantas crecen y fructifican de modo continuo, llegando a generar hasta tres cosechas anuales. 

Principales hitos del ciclo de la viña 

En España, los estadios que te mostramos a continuación son por los que atraviesa la cepa desde su despertar primaveral hasta la parada biológica que se produce con la llegada del frío. ¿Exactamente? Casi. Los hitos del ciclo de la viña fluctúan semana arriba o semana abajo en las diferentes regiones, puesto que las oscilaciones climáticas pueden precipitar o retardar los procesos. 

LLORO – finales de febrero a principios de marzo 

Como un bebé, el nace llorando. El momento primigenio de su creación es el lloro de la vid, que indica que la planta comienza a desperezarse tras el reposo invernal. Cuando la temperatura del suelo supera los 10°C, las raíces comienzan a absorber agua y minerales, se reaviva la actividad celular de la planta y estos nutrientes suben por los vasos leñosos hasta asomarse como lágrimas por las heridas de la poda anterior. 

BROTACIÓN O DESBORRE – marzo 

El inicio de la primavera marca el resurgir de la naturaleza. Todo comienza a brotar y la cepa no es una excepción. Las yemas se hinchan y se separan las escamas que las cubren para dejar que se asomen los primeros brotes verdes que crecerán luego para convertirse en hojas.  

FOLIACIÓN – abril a mayo 

Con la plenitud de la primavera nacen las hojas. Es el momento de realizar la espergura o poda en verde para dejar sólo las mejores yemas. Con esta tarea y un buen mantenimiento de la viña nos aseguramos una mejor calidad del vino. 

FLORACIÓN mayo a junio 

A finales de mayo o principios de junio surgen las inflorescencias en las yemas latentes del año anterior. Son estas “protoflores” las que darán lugar a los granos de uva, que irán creciendo a mayor o menor velocidad según la temperatura y las horas de sol de que disfruten cada día. 

Además, la planta desarrollará sarmientos y nietos. En esta etapa de crecimiento se generarán nuevas yemas y, aunque no lo veas, aumentarán sus raíces. 

FECUNDACIÓN Y FRUCTIFICACIÓNjunio a julio 

En junio la planta se encuentra ya en plena maduración y las flores se abren permitiendo su fecundación. Es muy importante que durante esta fase haga buen tiempo, ya que una lluvia excesiva puede dar al traste con la cosecha. Como reza el refrán, “aguas en San Juan quitan vino y no dan pan”. 

El ovario de la flor, una vez fecundado, “cuajará”; es decir, se irá convirtiendo hacia finales de junio o principios de julio en granos de color verde intenso.  

–  julio a agosto 

Durante el verano, los verdes pámpanos se agostan y se convierten en duros sarmientos. Las uvas, por su parte, van perdiendo clorofila lentamente y tornan de verde a rojo o azul violáceo, si son tintas, o a amarillo dorado si son blancas. Este cambio hacia la tonalidad definitiva del fruto es lo que llamamos envero.  

Cuando el envero acaba la uva está formada, aunque aún le faltan azúcares. A partir de este momento se puede estimar la fecha del inicio de la vendimia. 

MADURACIÓN – agosto a octubre 

Desde agosto y hasta el momento de la vendimia, el fruto madura. ¿Qué quiere decir esto? Que va acumulándose azúcar en su interior. Poco a poco, los taninos se suavizan y la uva se vuelve más dulce.  

VENDIMIA – finales de septiembre-octubre 

Los viticultores cosechan las uvas en su punto óptimo de madurez. El mimo con el que se realice esta tarea será un factor importante en la calidad final del vino. 

PARADA VEGETATIVA – octubre a finales de febrero 

Una vez concluida la vendimia, la planta se prepara para afrontar el duro invierno. Caen sus hojas y la cepa entra en un estado letárgico de reposo vegetativo. Durante la parada invernal las vides aparecen desnudas, sin partes verdes ni frutos. Con esta sobria estampa aguantarán las inclemencias del tiempo a la espera de su resurgir primaveral. 

Durante todas estas fases del ciclo de la viña, la cepa irá transformándose ante nuestros ojos. Observarla día a día, mes a mes, nos dará muchas pistas sobre el vino que obtendremos. 

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