Cómo son los blancos con crianza en roble
Los blancos con crianza son capaces de durar en el tiempo y mejorar cada día, ya que su elaboración en contacto con la madera les proporciona capacidad de envejecimiento, al igual que sucede con los tintos. Evidentemente, los blancos con crianza tienen mayores costes para el bodeguero, que debe invertir en barricas y mantener el vino en bodega más tiempo antes de lanzarlo al mercado. Hoy te contamos cómo son los blancos con crianza en roble y por qué requieren después un tiempo de maduración en botella.
¿Todos los blancos con crianza se elaboran igual?
No. La crianza puede ser en depósitos de acero inoxidable o en roble o simplemente en botella.
Centrándonos en la crianza en madera (roble), hay que diferenciar entre los blancos que utilizan las barricas sólo para la fermentación y los blancos criados en barricas. En este segundo caso, después de la fermentación los vinos se trasiegan a barricas, donde permanecen criándose un tiempo determinado, meses o incluso años.
Repaso a los blancos con crianza españoles
No todas las uvas blancas son aptas para soportar la crianza en madera. Entre las castas que muestran una buena alianza con el roble están la viura, reina de Rioja; y la albariño, estandarte de la D.O. Rías Baixas.
También otra de las grandes viníferas blancas nacionales, la verdejo, protagonista de la D.O. Rueda. Aquí, la bodega Belondrade fue pionera en aplicar a la verdejo la crianza en barricas; por ejemplo, Belondrade y Lurton 2019 está fermentado y criado 9 meses en barricas de roble francés. Otra de las bodegas que apuesta por este concepto de verdejo con magníficos resultados es Ossian Vides y Vinos, con sus magníficos blancos Ossian y Ossian Capitel.
La chardonnay, en este caso adoptada de Francia, es otra de las uvas que se transforma en impresionantes blancos con crianza, como el famoso Milmanda, de Familia Torres.
Rioja, gran tradición en blancos con crianza
En Rioja, una de las grandes regiones vinícolas del mundo, son tradicionales los blancos envejecidos en roble. Podríamos decir que la longevidad es la esencia de los grandes blancos riojanos. Estos clásicos riojanos se elaboran fundamentalmente con viura, variedad de uva que no tiene mucha intensidad aromática, pero que da muy buenos resultados en elaboraciones en barrica.
Entre los grandes riojas diseñados con viura y criados en roble destacan etiquetas de bodegas centenarias como Monopole Clásico, de CVNE; el Blanco Reserva de Viña Tondonia o Capellanía, de Marqués de Murrieta. Y por supuesto, otra de las grandes marcas que este mes te ofrecemos en Obras Maestras: Contino 2018, de Viñedos del Contino. Un blanco que, en sintonía con los nuevos tiempos, presenta un mayor protagonismo de la fruta y menos peso de la madera.