España es un país para bebérselo. En nuestro mapa vinícola patrio podemos contar más de 100 denominaciones de origen y 43 indicaciones geográficas protegidas, y en todas y cada una de ellas se elaboran vinos con personalidad propia y una alta calidad generalizada. 

Y es que el término denominación de origen sirve tanto para indicar el lugar de procedencia de un vino como para certificar que cumple con una serie de normas establecidas por el correspondiente consejo regulador. Este organismo es el encargado de reglamentar la producción dentro de la denominación, definiendo las variedades de uva autorizadas, los porcentajes máximos y mínimos admisibles de cada una de ellas, los tiempos de crianza de los distintos tipos de vino y, en general, todas las prácticas permitidas —o, en su caso, vetadas— durante el proceso. 

Se consigue así que los vinos amparados por el sello de cada denominación de origen presenten una identidad común y unos estándares de calidad garantizados. 

Tipos de Denominaciones de Origen del vino en España  

Pero, ¿qué es una denominación de origen? ¿Es mejor un vino de pago que un vino de la tierra? ¿Es lo mismo D.O. que I.G.P? 

Para esclarecer éstas y otras cuestiones similares, comenzaremos aclarando la diferencia entre Denominación de Origen Protegida (DOP) e Indicación Geográfica Protegida (IGP). En un vino con DOP la totalidad de las uvas proceden del área geográfica definida por la denominación y la producción completa se lleva a cabo en la misma zona. Sin embargo, en uno con IGP es suficiente con que el 85 por ciento de la uva sea de la demarcación y que parte de los procesos productivos se efectúen dentro de su ámbito geográfico. 

En España, el conjunto de denominaciones de origen protegidas se subdivide en cuatro tipos:  

• Denominación de Origen Calificada (D.O.Ca): es la categoría más elevada, con los requisitos más exigentes (uno de ellos es que la antigüedad de la denominación sea superior a diez años). En España sólo hay dos: Rioja y Priorat. 
• Denominación de Origen (D.O.): sus vinos deben haber sido reconocidos como producto de la zona al menos hace cinco años y acreditar prestigio y calidad. 
• Vino de Calidad (VC): es el elaborado en un lugar determinado con uvas de ese territorio, sin que sea necesaria una antigüedad mínima de la zona productora. Ha de demostrar cualidades destacables debidas a su origen y al factor humano.  
• Vino de Pago: esta designación es una denominación de origen a pequeñísima escala que se concede a los viñedos de una bodega que presenten una calidad excepcional por sus características de suelo, clima y cultivo. 

Por su parte, la designación de IGP en los vinos españoles corresponde a la de Vinos de la Tierra (VT). 

Las mejores Denominaciones de Origen de vinos españoles  

España tiene buenos vinos distribuidos por las más de cien denominaciones de origen con que cuenta. Más o menos grandes, todas tienen una historia que contar. Decidir cuáles son las mejores denominaciones de origen del vino en España sería muy osado pero, sin duda, sí podemos afirmar cuáles son las que gozan de mayor fama: 

• D.O.Ca. Rioja: con toda seguridad, Rioja es la más considerada fuera de nuestras fronteras por la elegancia y excelencia de sus vinos. Su reconocimiento como zona productora se remonta al siglo XIX. 
• D.O.Ca. Priorat: comparte con Rioja el prestigio de ser una de las dos únicas denominaciones de origen calificadas en toda España. Sus vinos tienen un carácter muy particular, forjado en cultivos en terrazas pizarrosas de la provincia de Tarragona, donde la uva cariñena es la reina. 
• D.O. Ribera del Duero: es la denominación de origen más grande de las trece que contiene Castilla y León. El clima extremo de esa región propicia la obtención de vinos potentes y sabrosos, pero muy equilibrados.  
• D.O. Somontano: su fama está en auge. Aquí, la diversidad de suelos y climas se refleja en una amplia gama de vinos, desde tintos intensos hasta blancos frescos. De un tiempo a esta parte, sus referencias no faltan en ninguna vinoteca que se precie. 

• D.O. Cava: por antonomasia, la cuna del espumoso español de calidad. Aunque la asociamos al Penedés, en Cataluña, en realidad es una denominación supraautonómica que abarca también localidades de Álava, Navarra, La Rioja, Badajoz, Valencia o Zaragoza. 
• D.O. Jerez-Xérès-Sherry: la singularidad de sus vinos y la larga tradición de sus bodegas hace a esta denominación de origen merecedora de notoriedad mundial. No hay amante del vino que no se sienta fascinado por el especial proceso de elaboración de los vinos de Jerez y su envejecimiento por el sistema de soleras y criaderas. Dentro de su área geográfica se encuentra la D.O. Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, con la que comparte Consejo Regulador. 
• D.O. Rueda: la tierra de la uva verdejo produce infinidad de vinos blancos jóvenes de gran frescura, aunque de un tiempo a esta parte los nuevos enólogos están sorprendiendo con crianzas en barrica y trabajo de lías que tienen como resultado vinos mucho más complejos. 
• D.O. Rías Baixas: entre sus vinos de uva albariño se encuentran algunos de los mejores blancos de España y de todo el mundo.   

Estas ocho denominaciones son sólo los “ocho apellidos españoles” que lucen algunos de nuestros mejores vinos. La ingente diversidad del más de centenar de ellas que hay en España hace de cada uno de sus rincones un destino enoturístico en sí mismo.