El vino más caro del mundo
El vino más caro del mundo o, para ser más exactos, la botella de vino vendida al precio más alto de la historia fue una de Romanée Conti de 1945, por la que se pagó la friolera de 558.000 dólares. El dineral se desembolsó en 2018 durante una subasta organizada por la prestigiosa casa Sotheby's, que había fijado el precio de partida en 32.000 dólares.
A la vista del dato, muchos nos preguntamos por qué alguien está dispuesto a pagar 17 veces el valor de venta de una botella de vino. Aunque los millonarios tienen razones que la razón desconoce, objetivamente existen unos parámetros que determinan la calidad de un vino y, en consecuencia, su precio. La región francesa de la Borgoña, de la que procede el prodigioso Romanée Conti, es una de las mejores del mundo. Su situación, clima y suelos favorecen la proliferación de “vinazos” que copan los primeros puestos en todas las guías de referencia del orbe.
Pero junto al lugar de origen y al rigor en el proceso de elaboración, son muchas las variables que determinan el precio de un vino. Puede que exista un número limitado de botellas que lo conviertan en rara avis y, en consecuencia, en objeto de deseo de los coleccionistas. O puede que haya pertenecido a la colección privada de un personaje de renombre. O tal vez que el bodeguero decida sacarlo a la venta a un precio desorbitado… y funcione.
Tanto es así que el vino más caro del mundo en 2022 procede de una pequeña bodega conquense en la que trabaja una sola persona. Su propietario y único empleado, Hilario García, produce unas poquitas botellas de AurumRed, un monovarietal de Tempranillo del que ha sacado una botella de nada menos que 16 litros a subasta en 340.000 euros. La botella normal de 75 centilitros de la serie oro, a la que corresponde este “botellón”, cuesta 25.000 euros.
Cuál es el vino más caro del mundo
Excepciones aparte, si hablamos del vino más caro del mundo debe pertenecer a una marca de prestigio internacional, presentar una calidad excepcional y tener una producción muy escasa. Toma nota de estas recomendaciones:
Una botella de tres litros de la añada 1945 de Château Mouton Rothschild fue adjudicada en subasta por 310.000 dólares, un dato que no por lo anecdótico deja de ser significativo. Se trata de uno de los mejores vinos de la región francesa de burdeos, producido por una de las únicas cinco bodegas Premiers Grands Crus bordelesas. Todo en él es exclusivo, hasta la etiqueta, que cada año se encomienda a un artista de renombre.
Château Haut-Brion es otro de los cinco Premiers Crus de Burdeos y el más antiguo, con cuatro siglos de recorrido a sus espaldas. Con este blanco criado en barrica se demuestra que los mejores y más caros vinos del mundo no tienen por qué ser tintos. De hecho, es uno de los vinos más solicitados por los coleccionistas.
CASTILLO YGAY BLANCO GRAN RESERVA ESPECIAL1986
Blanco y español, así es uno de los vinos más caros del mundo. De la renombrada bodega riojana Marqués de Murrieta y confeccionado en un 97% con uva Viura, Castillo de Ygay Blanco Reserva Especial 1986 tiene todas las bendiciones de Parker y 100 puntos en su guía. No seremos nosotros los que discutamos que cada una de las 8.125 botellas de esta añada merece los más de mil euros que cuesta.
Con una apasionante historia salpicada de cambios de propiedad, obstáculos y momentos gloriosos, Château Lafite Rothschild produce uno de los tintos más caros del planeta. Hablamos de una bodega ascendida al rango de Premier Grand Cru Classé en 1855 con motivo de la Exposición Universal de París. La impecable reputación de la bodega avala este prodigioso ensamblaje dominado por la Cabernet Sauvignon.
Álvaro Palacios y Ricardo Pérez son los artífices de esta referencia de la D.O. Bierzo que brilla en el firmamento de los mejores vinos del mundo. Procede de una pequeña parcela pizarrosa de media hectárea con cepas septuagenarias de Mencía. Desde que su añada 2014 obtuviera 100 puntos Parker, cada una de las posteriores, de limitadísima producción, alcanza precios de récord.
Reafirmamos nuestra convicción de que algunos de nuestros vinos patrios están entre los más caros del mundo: basta con mirar el precio de Teso La Monja. Español y de la D.O. Toro pero, eso sí, elaborado por Marcos Eguren, miembro ilustre de una familia que ha hecho historia en La Rioja. Él mismo consiguió 100 puntos Parker para su Termanthia 2004 y arrasa en las listas de los “buenísimos carísimos” con Teso La Monja, un vino biodinámico 100% Tinta de Toro del que, para hacer aún más exclusiva la experiencia, sólo se han hecho 821 botellas.
Si tienes el bolsillo ancho y sitio en la casa, hazte con alguna de estas seis recomendaciones… o con todas.
