Descubre todos los tipos de vino blanco

¿Cuántos tipos de vino blanco existen? Para empezar, podemos afirmar que el blanco ha sido históricamente EL VINO, con mayúsculas y por antonomasia. Si echamos la vista atrás, ya los egipcios, griegos y romanos hacían vino blanco, y ése fue casi el único tipo de vino durante siglos.  Se consigue fermentando la pulpa de las uvas blancas y en ocasiones de las tintas, pero sin sus hollejos, por lo que no se tiñe. El resultado es esa deliciosa bebida de color amarillo dorado, más o menos pálido, de la que existen múltiples versiones. Veamos cuántas podemos catalogar, empleando distintos criterios.

¿Con gas o sin gas?

Como primera clasificación, podemos dividir los vinos blancos en tranquilos y espumosos. Los blancos tranquilos, o los que conocemos simplemente como vinos blancos, no contienen carbónico. Los que sí lo contienen se denominan espumosos. Sus características burbujas pueden conseguirse por dos vías: añadiendo CO₂ durante la elaboración o mediante una segunda fermentación. Si esta segunda fermentación se realiza en la botella, agregando azúcar y levaduras, hablamos de método tradicional o champenoise; si es en depósito, método Charmat; y, finalmente, si se corta la fermentación y se embotella sin azúcares ni levaduras añadidas para que fermente con su propio azúcar residual, se denomina método ancestral.

Existen muchos espumosos en todo el mundo, pero sin duda el más célebre es el champán y, en España, el cava.  Aunque su epicentro productivo se sitúa en Sant Sadurní d'Anoia, se elaboran buenos cavas en Valencia, Rioja, Extremadura y Aragón, así como otros espumosos de calidad fuera de la DO Cava, en territorios tan dispares como La Mancha, Rueda o Málaga.

Tipos de vinos blancos tranquilos según su elaboración

La fermentación de los vinos blancos es más corta que la de los tintos, lo que los hace menos tánicos y más ligeros al paladar. Pero esto es sólo su carácter general. Cada vino blanco se produce de una manera, lo que marca sus cualidades organolépticas. Todos los procesos y el tiempo que se emplea en cada uno de ellos determinan el resultado general. A grandes rasgos, podemos establecer estos tipos de vinos blancos tranquilos:

• Vino blanco joven. Se elabora embotellando directamente el mosto, sin someterlo a ningún proceso de maduración. La rapidez en el proceso de elaboración se traduce en vinos muy ligeros, poco complejos, con poco color y fáciles de beber.
• Vino blanco fermentado en barrica. Si en lugar del tradicional depósito de acero se utiliza una barrica de madera para fermentar el mosto, el vino adquiere más color y una mayor complejidad sápida y aromática.

• Vino blanco crianza. Para que así se considere, el vino habrá tenido que envejecer al menos 6 meses en barrica de madera y haber completado su maduración en la botella un año más. Durante este tiempo, la botella deberá estar en lugar fresco y alejado de la luz y la humedad. Todo este largo cuidado a lo largo del envejecimiento dará como resultado vinos sabrosos y de gran calidad.  

Tipos de vino blanco según su contenido en azúcar

Para conseguir un adecuado maridaje del vino blanco con la comida a la que pretendemos que acompañe, es determinante tener en consideración su dulzor. En función de la cantidad de azúcar que contengan, podemos establecer la siguiente clasificación:

• Vino blanco seco. Presenta menos de 5 gramos de azúcar por litro. Esto quiere decir que prácticamente todo el azúcar se ha convertido en alcohol o, lo que es lo mismo, que apenas presentan azúcar residual. Son de sabor intenso y, en general, de recuerdo corto. Su ligereza los hace perfectos para acompañar mariscos, pescados blancos y quesos. Se elaboran excelentes vinos blancos secos con la variedad Chardonnay -originaria de Borgoña- y con la Sauvignon Blanc.

• Vino blanco semiseco. Encierra de 5 a 30 gramos de azúcar residual por litro. Su aroma permanece algo más de tiempo en boca y, al igual que sucede con el seco, es perfecto para el marisco. Los semisecos de Albariño y de Verdejo armonizan de maravilla con sushi.
• Vino blanco semidulce. Contiene entre 30 y 50 gramos de azúcar residual por litro. Su abanico aromático es más amplio y el paso de boca más suave y prolongado. Esta complejidad los convierte en buenos aliados de los pescados azules, carnes de ave, frutos secos y quesos tiernos. Se pueden elaborar blancos semidulces con cualquier variedad, entre las que están la Macabeo y la Moscatel.

• Vino Blanco dulce. Tiene un alto contenido en azúcar residual, de más de 50 gramos por litro. Presentan un dulzor extremo, pero también muchísimo cuerpo y suavidad. Se consiguen vinos blancos dulces magníficos con las variedades Riesling, Gewürztraminer y Moscatel, entre otras. Sus posibilidades de maridaje son múltiples: bien frío, para contrarrestar una comida picante; con alimentos salados, por contraste; y con salsas dulces y postres por armonía. En España se producen algunas de las mejores referencias de este tipo de vinos blancos dulces, como los de Pedro Ximénez o  Moscatel en el marco de Jerez, o los de Malvasía en el archipiélago canario.

Tipos de vinos blancos en España

Además de las clasificaciones anteriores, en España contamos con muy diversos tipos de vino blanco según la variedad con la que estén elaborados. Como dato significativo, Castilla y León es, junto con Moravia, en República Checa, y Languedoc-Rosellón, en Francia, una de las tres regiones del mundo que producen más vinos blancos premiados en concursos internacionales.

Sería muy farragoso listar los tipos de vinos blancos españoles por sus varietales, ya que, aunque el público general conoce sin duda la Verdejo, la Albariño o la Godello,  contamos con una prolija nómina de uvas blancas, con nombres como Albarín Blanco, Albillo Mayor, Albillo Real, Chardonnay, Airén, Doña Blanca, Malvasía Castellana, Garnacha Blanca,  Gewürztraminer, Hondarrabi Zuri, Listán blanco, Macabeo (o Viura), Maturana Blanca, Montúa, Chelva, Moscatel de Alejandría, Moscatel de Grano Menudo, Palomino, Pedro Ximénez, Puesta en Cruz, Rufete Serrano Blanco, Sauvignon Blanc, Tempranillo Blanco, Treixadura , Viognier o Zalema, entre otras muchas.

Nuestra selección de vinos blancos 

Lo cierto es que el interés por el vino blanco ha crecido y el consumidor puede encontrar una gran diversidad de perfiles. Y tú, ¿por cuál te decantas? Aquí van algunas de nuestras recomendaciones:

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